El sector logístico es una parte esencial de la economía española, con un 6,9% del PIB, pero también destaca por su elevado consumo de energía. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, representa aproximadamente el 30% del consumo total de energía final en España.
Esto se debe a que comprende actividades como el transporte de mercancías, la gestión de almacenes y la distribución, que requieren una cantidad significativa de energía. En concreto, el transporte es la actividad que registra un mayor consumo energético en el sector.
La Agencia Internacional de la Energía estima que el transporte de mercancías genera alrededor del 10% de las emisiones mundiales, principalmente por el tráfico de camiones, aunque no se puede achacar el consumo únicamente al transporte.
Por ejemplo, los centros logísticos, por sus dimensiones y características, muestran un consumo energético medio entre los 100 y 250 kWh/m² al año. El 29% de los consumos corresponde a iluminación, el 27% a calefacción, 32% a refrigeración y el 12% a ventilación y bombas, según la Consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid.
Ante este escenario, las empresas están empezando a implantar medidas de eficiencia energética en los almacenes y centros de distribución, como sistemas de control para la iluminación LED, sensores de movimiento y crepusculares, y sistemas de medición y verificación para la gestión energética.
No obstante, los centros logísticos cuentan con elevados techos, pasillos largos o salas enormes, donde la iluminación debe sortear ciertos desafíos. Estas condiciones han llevado a B.E.G. a crear detectores de presencia PD4-GH, con sensores y mediciones de luz para entornos tan exigentes, pues los convencionales no se adecúan a estas condiciones.
Así, cuentan con un fotosensor telescópico extraíble, que permite una óptima medición de luz, incluso a una altura de instalación de hasta 16 metros. Su fiabilidad de medición, sumada a las posibilidades de configuración, garantizan un control de luz constante, fiable y eficiente.
Se trata de dispositivos diseñados para mejorar la cobertura de largos pasillos gracias a su forma ovalada, con 30 cm de diámetro en sentido longitudinal para la detección de los más mínimos movimientos frontales, y que ofrecen seguridad y comodidad a los usuarios.