La Comisión Europea está poniendo en peligro el transporte ferroviario de mercancías que está sujeto a inspecciones aduaneras, según ha indicado la Comunidad de Ferrocarriles Europeos y Empresas de Infraestructuras (CER, por sus siglas en inglés), que denuncia que se está imponiendo un sistema regulatorio que ha sido desarrollado para el transporte por carretera.
Así, el CER propone la implantación del sistema ETD, completamente electrónico y adaptado al ferrocarril, que ha sido diseñado para suplantar a los actuales sistemas en papel, simplificando los procedimientos.
Durante los últimos dos años, el sector ferroviario ha estado profundamente involucrado en la puesta en marcha del ETD, basado en el Código Aduanero de la Unión, que permite una implementación sencilla y eficiente, y garantiza la compatibilidad con otros sistemas que utilizan las autoridades para gestionar datos ferroviarios, por lo que no sería necesario introducirlos de nuevo.
Además, reduce los riesgos de seguridad al eliminar las paradas largas en las fronteras y es, según el organismo ferroviario, la mejor herramienta digital tanto para el sector ferroviario como para las administraciones aduaneras.
De hecho, si no comienza a aplicarse, aumentarán los costes para las compañías ferroviarias y para sus clientes, y en consecuencia, se producirá un cambio modal hacia la carretera.
El NTCS no es una opción viable para el ferrocarril
El procedimiento promovido por la Comisión Europea, el NCTS, no puede considerarse, según el CER, una opción viable para el ferrocarril ya que no sólo está completamente desconectado de la base de datos 'RailData', sino que requiere la introducción de numerosas entradas de forma manual, con lo que supondría dar un paso atrás.
De este modo, se dificultarían enormemente los procesos en el negocio ferroviario y no existiría ningún beneficio para las autoridades aduaneras. Cuando se llevaron a cabo las pruebas, hace cinco años, supuso una gran inversión y un intenso trabajo, así como importantes retrasos en las salidas.
Por tanto, impulsar este sistema iría totalmente en contra de los objetivos europeos para convertir al ferrocarril en un transporte sostenible e incrementar su papel en el transporte de mercancías a larga distancia, teniendo en cuenta que se pretende incrementar el volumen de este tipo de servicios.