La Asociación Española de Bioetanol, Bio-E, ha celebrado en Madrid el I Congreso de Biorrefino, inaugurado por el subdirector de Políticas Sectoriales Industriales del Ministerio de Industria, Alejandro Cros, que ha explicado que la pandemia o la invasión de Ucrania “han servido para darnos cuenta de la importancia de poner en valor nuestros recursos estratégicos industriales”.
Antonio José Vallespir, presidente de Bio-E y consejero delegado de Vertex Bioenergy, ha introducido la mesa institucional, donde han participado representantes de los dos Ministerios de Industria y Transición Ecológica, el CIEMAT y la Universidad de Sevilla.
Vallespir ha advertido de que el bioetanol y el biorrefino siguen siendo “grandes desconocidos”, pese a su potencial. Entre sus ventajas, se ha referido a la mejora de las emisiones en el transporte, al estímulo del crecimiento económico y el desarrollo rural sostenible, y a la reducción de otras sustancias contaminantes.
Asimismo, ha explicado que el bioetanol no requiere que se realicen cambios en las infraestructuras de suministro ni en los propios vehículos, al mismo tiempo que su producción en las actuales biorrefinerías aporta fuentes de proteína para el sector agroganadero.
La situación actual del sector
A continuación, el director de Bio-E, José Ramón Freire, ha introducido la mesa sectorial, en la que ha manifestado que la transición al biorrefino “se enmarca dentro de las estrategias de economía circular y descarbonización”. Además, cree que “al ser una industria que se localiza en el entorno rural y que se apoya en materias primas agrícolas, contribuye a dinamizar las economías rurales”.
Desde la Asociación Europea de Etanol Renovable, han explicado que la ausencia de una fiscalidad suficientemente ambiciosa y los topes a los impuestos al consumo de bioetanol limitan las inversiones en el sector.
Por su parte, en la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio, han destacado que en España el 70% de las estaciones están gestionadas por pymes que tienen voluntad de suministrar E10 y E85, pero los problemas fiscales y los intereses del sector de refino tradicional han limitado esa posibilidad.
A continuación, desde Cooperativas Agroalimentarias España, han admitido que existen más de ocho millones de toneladas de residuos que, a través del biorrefino, se podrían transformar y valorizar en combustible y bioproductos.
Nuevos biocombustibles y biorrefinerías de última generación
Finalmente, ha tenido lugar la mesa empresarial, presentada por Alfonso Horrillo, responsable de Energía y Medioambiente de la Fundación Cidaut, y formada por representantes de la Universidad Complutense de Madrid, Novozymes, Flexfuel, Tata Genaro y Dropet Intertrading.
Horrillo ha explicado que la Fundación Cidaut lleva más de 20 años trabajando en el desarrollo de tecnologías de aprovechamiento energético de la biomasa y que “la mayor parte del uso energético de la biomasa del futuro estará orientada a la producción de combustibles de calidad para su uso en transporte e industria, especialmente en aquellas áreas que son difícilmente descarbonizables”.
Con respecto a las biorrefinerías de última generación, en Novozymes creen que son importantes actores en la transición energética y lo seguirán siendo en los próximos años, “contribuyendo a la reducción de la huella de carbono a un costo eficiente”.