La Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España, Aldefe, ha confirmado una vez más la evolución del sector del frío, que transporta y almacena millones de toneladas de alimentos y otros productosperecederos cada año.
A pesar del Covid-19, el sector se ha mantenido fuerte y no ha tenido demasiados problemas para realizar su actividad. Hasta finales de marzo, mes en el que se declaró el estado de alarma en España, la ocupación se situaba en torno al 78%, por encima de los 77,7% del cuarto trimestre de 2019. Destacaban Asturias y Galicia, con el 88,4%, y la zona norte, con el 84,2%. Por el contrario, en el centro, la ocupación era del 59,6%.
Con datos extrapolados a 7.000.000 m³, la manipulación en el primer trimestre ha sido de 2.761.806 toneladas y se han contabilizado 3.249 empleados, con lo que se ha logrado una facturación total de 62.601.332 euros.
Ya en el segundo trimestre, la ocupación se ha situado en el 78,7% de media, destacando el caso de Valencia con el 88,9%, Cataluña, con el 86,9%, y Asturias y Galicia, con un 86,2%. En el extremo contrario, se encuentra la zona centro, con un 65,8%.
[sumario]Aldefe sigue exigiendo que el sector del almacenamiento frigorífico sea considerado como industria para poder recibir ayudas a la eficiencia energética[/sumario]
En total, se han manipulado 2.493.890 toneladas, con una plantilla de 3.205 trabajadores. En lo que se refiere a la facturación, se ha acercado a los 63 millones.
Según la Asociación, la manipulación de mercancías ha aumentado un 31% respecto al primer trimestre de 2019 y las plantillas han crecido un 30%, mientras que la facturación ha repuntado un 8,57%.
Crisis sanitaria
Conviene apuntar que durante el estado de alarma, la ocupación media alcanzó el 85%, una cifra que superaron zonas como Madrid, Barcelona o Valencia. Además, el 30,7% de las instalaciones alcanzaron el 100% de ocupación, manteniéndose el 23,07% alrededor del 90%.
Estos niveles de ocupación vienen dados por la gran rotación de productos y por la acumulación de mercancía del canal Horeca, que han tenido que almacenar aquellos productos que ya habían encargado antes de la entrada en vigor del estado de alarma y que ya estaban en camino, para su venta posterior.
En cuanto a posibles trabas o dificultades genéricas, en el 88,46% de los casos los almacenes no han tenido problemas para realizar su actividad. El 11,54% restante se explica por las inspecciones sanitarias realizadas para poder comprobar que se aplicaban protocolos específicos, pero que han podido superarse en todos los casos.
No obstante, en lo que se refiere a dificultades concretas para la actividad frigorífica, están relacionadas en el 31,8% de los casos a la obtención de EPIs, en el 18,18% a los aplazamientos y negociaciones para el cobro a clientes, y en el 15,9% a problemas específicos con instalaciones del canal Horeca, cerradas de forma repentina.
Especialmente significativa ha sido la dificultad de encontrar elementos de protección para los empleados de las instalaciones, ya que al no estar considerada como ‘actividad esencial’ la Administración se ha desentendido a la hora de suministrarlos.
La acumulación de mercancía del canal Horeca ha elevado los niveles de ocupación durante la pandemia.
Las incidencias relativas a problemas de índole laboral y de transporte acumulan el 11,36%, incluyéndose asuntos relativos a cambios de turno, bajas no relacionadas con coronavirus y problemas de gestión internos, así como dificultades en la exportación, problemas para encontrar retornos y esperas en las dársenas de descarga.
Por su parte, el 6,8% corresponde a distintos tipos de dificultades variadas según la actividad, localización y funcionamiento de los frigoríficos.
Demandas del sector
Resulta evidente que el buen funcionamiento de la cadena de temperatura controladaes esencial para seguir trasladando los alimentos a los puntos de venta.
Es por ello que durante la crisis sanitaria, la Asociación Europea de Almacenaje Frigorífico y Logística, ECSLA, a la que pertenece Aldefe, ha reclamado a las autoridades que tomasen medidas en favor del almacenamiento y transporte frigorífico para asegurar el abastecimiento.
Así, solicitaron que se reconociera como servicio crítico, con el fin de conseguir el paso rápido en las fronteras de los camiones refrigerados y permitir la circulación por los carriles verdes destinados a servicios esenciales en caso de ser necesario.
Desde ECSLA, también insistieron en la suspensión temporal de las horas de conducción y descansode los conductores de camiones refrigerados y las restricciones en las horas de entrega, así como en el levantamiento de las prohibiciones que podían impedir el suministro continuo de alimentos esenciales.
En lo que respecta únicamente a España, tras el verano de 2020, Aldefe ha celebrado su tradicional Asamblea General. En ella, su presidente, Julián Corriá, ha valorado la situación y el gran esfuerzo realizado por el sector en los últimos meses .
También ha exigido una vez más que sea considerado como industria, recalcando que está excluido por CNAE de las ayudas a la bonificación del Impuesto Eléctrico, a pesar de que sus costes energéticos suponen el 40% de su cuenta de resultados.
