Podría abrirse la autopista del mar entre Gijón y Saint Nazaire en 2018.
Poco a poco, se van consolidando nuevas líneas de short sea shopping. Según datos de Puertos del Estado, este tipo de tráficos mueven cuatro millones de toneladas al año en el Mediterráneo, fachada en la que están funcionando muchas líneas de este tipo sin ningún tipo de ayuda pública.
Sin embargo, esto no es así en la fachada atlántica, aunque, en los últimos tiempos se están produciendo intensas reuniones de trabajo para poner en marcha cuanto antes una nueva línea de short sea shipping entre los puertos de Gijón y Saint Nazaire.
Confirmado el interés de Balearia en participar en el relanzamiento de la AdM de Gijón, la última de estas reuniones debería de haberse producido el pasado 10 de noviembre entre la autoridad portuaria asturiana y directivos de Baleària, y aunque finalmente no se pudo celebrar, el proyecto sigue adelante.
Con esta nueva línea, el puerto de Gijón sumaría una nueva línea de short sea shippingque ya estuvo en funcionamiento entre 2010 y 2014 y que dejó de existir por la descompensación de ocupación que existía en los tráficos de regreso desde la dársena francesa.
Al tiempo, Baleària iniciaría con esta nueva línea su andadura en la fachada cantábrica, un nuevo mercado para la naviera balear y, al tiempo, una posibilidad para seguir creciendo en el mercado marítimo español, ante la reciente adquisición de Trasmediterránea por Armas y el desembarco de la griega Attica en los tráficos en el Estrecho.
La experiencia de Baleària en los tráficos ro-pax, en el Cantábrico
Con este nuevo servicio, Baleària, además, podría aprovechar su experiencia en los tráficos ro-pax en un nuevo ámbito que algunos ven como su asignatura pendiente, mientras que el puerto de Gijón podría, por su parte, seguir incidiendo en su política de diversificación de tráficosy, al tiempo, rentabilizaría en menos tiempo las inversiones en infraestructuras portuarias realizadas en los últimos tiempos.
Así las cosas, el quid de la cuestión se traslada a la puesta en marcha de esta nueva autopista del mar y a la posible existencia de subvenciones que, por lo menos faciliten su arranque.
En este sentido, por un lado, el proyecto podría optar a tener una subvención de la Unión Europea a través de los proyectos CEF, lo que retrasaría la decisión hasta que las autoridades europeas repartan estas ayudas en la primavera de 2018.
Sin embargo, por otro lado, y dado que los tráficos planteados utilizan buques ro-pax, el proyecto podría contar con una ayuda del propio Principado de Asturias orientada al fomento de turismo en la comunidad autónoma y que podría servir para reducir los plazos de puesta en marcha de esta nueva línea y apoyarla precisamente en su lanzamiento, uno de los momentos más delicados en cualquier iniciativa empresarial, previsiblemente a lo largo de 2018, dada la voluntad de Baleária para iniciar esta nueva aventura.
Además, parece ser que el puerto francés también tiene gran interés en que este proyecto salga adelante, con lo que todos los actores interesados parecen estar de acuerdo.