La satisfacción del cliente se ha convertido en el núcleo de las compras 'on-line', siendo las variables como el precio, la variedad de productos y la rapidez de entrega determinantes a la hora de que se decante por una tienda u otra.
No obstante, la velocidad parece ser la verdadera clave. Según un estudio reciente de Packlink, el 55% de los españoles cree que la velocidad de entrega es una característica importante a la hora de elegir un comercio electrónico.
Es en este contexto, en el que surge el denominado 'Q-commerce' o 'Quick commerce', que garantiza entregas muy rápidas: de 15 minutos a dos horas. Nacido inicialmente en el sector de la alimentación y para cubrir necesidades básicas durante la pandemia, poco a poco ha ido involucrando a más sectores.
La entrega se realiza de forma rápida gracias a una red capilar de almacenes locales en áreas cercanas a las de compra, así como por los medios de transporte utilizados para las entregas, principalmente e-bikes, patinetes eléctricos o bicicletas.
Además, destaca por el uso de una tecnología cada vez más orientada al consumidor, pues gracias al Big Data, permite estudiar las preferencias de los consumidores.
Por otro lado, pone a disposición del usuario gran variedad de productos, manteniendo la ventaja del consumo de proximidad, lo que garantiza una mayor calidad. Este hecho, sumado a su capacidad para cubrir las entregas más rápido y de manera más eficiente, está llevando al establecimiento de alianzas entre las plataformas logísticas y las pequeñas empresas de la zona.
El impacto del 'quick commerce' en el medio ambiente
Por otra parte, Packlink recuerda que tres de cada cuatro personas tienen en cuenta el compromiso medioambiental y social de una marca en su elección de compra e incluso el 63,9% estaría dispuesto a pagar un precio extra por un embalaje respetuoso con el medioambiente.
En este sentido, el 'quick commerce' fomenta el uso de vehículos eléctricos, reduciendo las emisiones de CO2. También se concentra en áreas geográficamente más pequeñas, reduciéndose la distancia entre los almacenes y el cliente final, con el consiguiente ahorro de combustible y una menor contaminación.
De momento, este sistema está dando sus primeros pasos y poco a poco irá incorporando a los pequeños y medianos negocios locales, además de contribuir a la sostenibilidad medioambiental. Todo apunta, según Packlink, a que será un pilar fundamental en el sector del comercio electrónico en los próximos años.