Según Sevasa, esta situación se está produciendo únicamente en el puerto de Valencia.
La Sociedad de Estiba y Desestiba del Puerto de Valencia (Sevasa) ha denunciado que las medidas de presión adoptadas por el colectivo de la estiba desde el pasado 15 de febrero, están abocando al recinto al colapso.
La “marcha lenta”, que ha reducido la productividad de las terminales una media del 35%, ya ha provocado el desvío de 17 buques que han optado por realizar sus escalas en otros puertos competidores cercanos como Barcelona, Sines (Portugal) o Gioia Tauro (Italia).
Estos buques tenían previsto realizar una media de 950 movimientos por lo que, hasta la fecha, la situación ha provocado ya la pérdida de más de 16.000 contenedores que tenían que haberse canalizado a través del puerto de Valencia.
Las empresas portuarias estiman que esta situación ha causado ya unas pérdidas de alrededor de 2,5 millones de euros al día.
Otros sectores afectados
También hay que considerar el grave perjuicio económico que está causando a otros agentes de la comunidad portuaria como los transportistas que arrastran unas pérdidas que oscilan entre el 25-30% de su actividad.
Sevasa recuerda que, tal y como denunció el pasado viernes 24 de febrero la patronal valenciana CEV, el hecho de que el 50% de los tráficos del puerto de Valencia sea de import-export tiene un impacto directo en la economía del territorio y en las cadenas de producción.
Además, según Sevasa, esta situación se está produciendo únicamente en el puerto de Valencia ya que en el resto de recintos del sistema portuario español se está trabajando con normalidad desde el pasado miércoles 15 de febrero, fecha en la que los sindicatos aceptaron aplazar las huelgas parciales previstas y darse más tiempo para negociar.
De estos datos se deduce que navieras y armadores están buscando alternativas al puerto de Valencia para no aumentar sus costes de escala.
Daños en las instalaciones de Sevasa
Sevasa denuncia asimismo, que este pasado lunes se han producido daños materiales en sus instalaciones. En concreto, diez cámaras de seguridad de la Sociedad de Estiba, valoradas en 8.500 euros han sido inutilizadas antes de la celebración de la asamblea de trabajadores celebrada al mediodía y que ha supuesto la paralización absoluta de todas las actividades en el puerto de Valencia.
Sevasa lamenta que el puerto de Valencia sea, una vez más, el principal perjudicado de un problema que se está dirimiendo a nivel nacional y hace un llamamiento a la responsabilidad para poder encarar esta crucial etapa desde una situación de normalidad en la operativa del puerto.