El Consejo de Administración del puerto de Barcelona pondrá en marcha un nuevo concurso para la adjudicación de la construcción y explotación de la futura terminal G de cruceros en el muelle Adosado.
Este concurso ya había sido aprobado por el Consejo de Administración de noviembre de 2022, pero fue desestimado por el propio órgano de gobierno en marzo a raíz del análisis del Pliego de Bases llevado a cabo tras las consultas de los interesados.
Hasta el momento, han mostrado su interés dos empresas. Por un lado Catalonia Cruise Terminal C, perteneciente al grupo Royal Caribbean, y por otro, una iniciativa conjunta de las navieras Norwegian Cruise Line, Viking Ocean Cruises y Virgin Cruises.
La futura terminal tendrá una superficie superior a los 54.000 m² y una línea de atraque de 450 metros, unas dimensiones que la hacen apta para recibir cruceros de hasta 400 metros de eslora.
Estas características quedan recogidas en el Pliego de Bases del concurso, que especifica que el adjudicatario deberá aportar un tráfico significativo de embarque y/o desembarque. Actualmente, los cruceristas de puerto base en Barcelona suponen el 58% del total.
Otros aspectos del concurso son la incorporación de importantes mejoras ambientales como el uso de energías renovables en la terminal o la puesta en marcha de servicios que faciliten la movilidad sostenible de los pasajeros, como autobuses que conecten la terminal con el aeropuerto de El Prat o la estación de Sants, por ejemplo.
En este sentido, todos los barcos construidos después de 2010 tendrán que conectarse a la red eléctrica una vez atracados mediante los sistemas OPS, y los barcos que atraquen allí podrán abastecerse de GNL.
La puesta en servicio de la terminal será un paso importante para finalizar el traslado de la actividad crucerística al Muelle Adosado, donde se concentrarán todas las terminales de cruceros y que está más alejado de la ciudad.
La limitación de siete terminales, todas ubicadas en el Muelle Adosado, corresponde al acuerdo firmado en enero de 2018 entre el entonces presidente del puerto de Barcelona, Sixte Cambra y la que fuera alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para mejorar la integración del puerto y la ciudad.
El acuerdo contempla una serie de actuaciones que estarían terminadas en 2028, como la desaparición de las actuales terminales Norte y Surdel World Trade Center para la apertura a los ciudadanos de este espacio.