El pasado 16 de febrero tuvo lugar la Conferencia de Clausura del proyecto E-80 Intermodalidad, un proyecto que comenzó en 2009 para promover el desarrollo de la intermodalidad y el análisis de los factores condicionantes del desarrollo del Short Sea Shipping, SSS, en los puertos atlánticos.
Una de las principales conclusiones del proyecto es la necesidad de transmitir a los responsables de Transporte de España y de Portugal, los trabajos y conclusiones alcanzadas en el proyecto después de más de dos años de intenso trabajo con los principales agentes del transporte internacional de mercancías y de logística del Corredor E-80.
Este denso trabajo institucional permite concluir que existe una fuerte disponibilidad e interés en fomentar una plataforma de apoyo para que esta vía internacional y transfronteriza sea declarada prioritaria en la Unión Europea, a través de su consolidación en la Red Transeuropea de Transporte, RTE-T.
La red nuclear y la red integrada
Los ejes transeuropeos de la nueva Red van a comenzar y acabar en un puerto de la red nuclear, pero cubrirán todos los puertos de la red integrada, reveló en Aveiro Valente de Oliveira, coordinador Europeo de las Autopistas del Mar desde septiembre de 2007.
En su participación en la conferencia, Valente de Oliveira justificó el hecho al afirmar que “el 90% del transporte de mercancías a escala global, se efectúa por mar. La red nuclear incluirá los tres grandes puertos portugueses, Leixões, Lisboa y Sines, y los restantes formarán parte de la denominada red integrada”.
El eje E-80, que en el futuro se llamará Eje 7, y unirá Lisboa a Estrasburgo, une los diversos puertos que no pertenecen a la red nuclear. La importancia de la revisión de la RTE-T es tanto más evidente en cuanto, como recordó Oliveira, “Europa está bien servida de puertos, ferrocarriles y carreteras, pero no forman una red, un sistema”.
Cabe destacar la intervención de Mário Lopes de la Adfersit, que se centró en los aspectos más críticos de las conexiones ferroviarias entre los dos países, como la falta de armonización de los sistemas de señalización, la articulación entre la gestión de los ferrocarriles españoles y portugueses y la necesidad de sensibilizar a las autoridades españolas sobre la importancia estratégica que tiene para Portugal la línea Vilar Formoso/Fuentes de Oñoro/Irún/Hendaya (Eje E-80), por ser la que va directamente a Rouen, o sea, al corazón de Europa.