Tras las últimas reuniones, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados han acordado recortar la producción en medio millón de barriles diarios, situándose en 7,2 millones en enero en lugar de los 7,7 millones actuales.
Posteriormente, el ajuste de producción se limitará a 7,125 millones de barriles en febrero y a 7,05 millones en marzo. En este sentido, Rusia y Kazajistán podrán incrementar su producción en 65.000 y 10.000 barriles diarios en febrero y marzo.
En cambio, Arabia Saudí ha tomado la decisión de recortar en un millón de barriles diarios su producción entre febrero y marzo, manteniendo durante todo el periodo su oferta de crudo en 8,125 millones de barriles diarios.
Todo esto ha llevado al precio del crudo a superar los 50 dólares el barril en los últimos días, algo que no sucedía desde el mes de febrero de 2019, antes de la crisis del Covid-19.
Conviene apuntar que algunas refinerías asiáticas no firmarán contratos a largo plazo durante 2021, una señal de que la recuperación de la demanda aún no es segura.
De hecho, desde la OPEP+ han reconocido que el aumento de las infecciones y la imposición de restricciones, así como la incertidumbre existente están llevando a una recuperación económica más frágil. La próxima reunión se ha fijado para el 4 de marzo.