Las cadenas de suministro se verán gravemente afectadas por el Brexit.
Tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea, los 500 kilómetros de frontera entre Irlanda y el territorio británico se convertirán en un límite exterior. En total, existen 275 cruces fronterizos terrestres entre ambas zonas, por lo que este asunto deberá ser abordado en las negociaciones del Brexit.
La salida del Reino Unido de la UE sin un acuerdo, opción que todavía podría producirse, sería muy perjudicial para ambas partes, aunque el daño económico afectaría más al Reino Unido y con una gran diferencia. Del lado de la Unión Europea, Irlanda se vería significativamente afectada, tal y como reconocen desde el Parlamento Europeo.
Reino Unido importa muchos productos procedentes de Irlanda, cuyos precios podrían aumentar debido a los aranceles. Además, es probable que las cadenas de suministro se vean gravemente afectadas y aumentaría la tensión en Irlanda del Norte.
En cuanto a las exportaciones, que podrían reducirse en un contexto como ese, cabe recordar que en 2018, los productos exportados al Reino Unido representaban aproximadamente el 11,5% del total de las exportaciones irlandesas. No obstante, en el aspecto más positivo, la financiación de los programas bilaterales de paz en Irlanda del Norte continuaría hasta al menos 2020.
Desde el Parlamento Europeo, han expresado en diversas resoluciones que debe evitarse el endurecimiento de la frontera irlandesa, especialmente cuando por fin han sido retiradas las torres de vigilancia y los puntos de control del ejército en el país, donde miles de personas cruzan la frontera abierta todos los días.
Cualquier acuerdo de retirada al final de las negociaciones tendrá que ser aprobado por el Parlamento Europeo, que exige avances en cuanto a los derechos de los ciudadanos, el aspecto financiero y la relación con Irlanda.