La Comisión Europea propondrá en el mes de junio una revisión de los estándares de emisiones de CO2 para turismos y furgonetas. En este contexto, diferentes grupos del Parlamento Europeo han firmado una petición para solicitar que se eliminen las barreras al desarrollo de combustibles sostenibles y tecnologías para el transporte revisando el enfoque actual para la medición de las emisiones.
Esto, sumado al aumento de las cuotas de electricidad verde, garantizará un cambio más rápido hacia la descarbonización del transporte por carretera. El sector debe reducir sus emisiones en un 90% en 2050, garantizando al mismo tiempo que la industria del transporte de la UE siga siendo competitiva.
Para garantizar una verdadera integración del sector energético, el uso de la electricidad renovable debe ir acompañado de la ampliación del espectro de combustibles sostenibles. No hay que olvidar que la electricidad, como el gas, solamente es medioambientalmente sostenible cuando procede de combustibles renovables.
El biometano es la opción más prometedora entre los combustibles alternativos, pues permitirá una reducción de las emisiones a corto plazo y su producción contribuirá al desarrollo de la economía circular.
Si se tiene en cuenta todo el ciclo de producción y uso de los vehículos, en lugar de medir únicamente las emisiones del tubo de escape, el biometano es claramente una de las opciones que genera menos emisiones.
No obstante, el enfoque utilizado hasta ahora para medir el impacto ambiental de los combustibles supone un obstáculo para el uso de combustibles realmente sostenibles, pues se mide solo una parte de las emisiones producidas en lugar de realizar una estimación de las producidas durante toda la vida útil de un vehículo.
Disponibilidad
Tal y como se explica en la petición firmada, la legislación actual desanima a los fabricantes a la hora de desarrollar automóviles y furgonetas con motores de combustión interna, cuando podría utilizarse esta tecnología y simplemente reemplazar el diésel o la gasolina por biometano.
Una de las grandes ventajas del biometano en la movilidad es la disponibilidad actual de la infraestructura necesaria para permitir un rápido despliegue de vehículos propulsados por este combustible, sin necesidad de realizar grandes inversiones.
Su cuota en el mix energético en el sector del transporte está aumentando en toda la UE y representa el 18%, aunque ya ha alcanzado el 50% en Alemania, el 59% en Finlandia e incluso el 90% en los Países Bajos y el 95% en Suecia.
De hecho, se espera que la producción europea de biogás y su forma mejorada, el biometano, se duplique para 2030, pasando de los casi 200 TWh actuales a unos 370 o 390 TWh.