El Parlamento Europeo ha dado, el pasado miércoles 15 de enero, el visto bueno a la reducción del límite de emisiones de CO2 de los vehículos comerciales nuevos que se matriculen en la Unión Europea, que pasará a ser de 147 gramos por kilómetro a partir de 2020.
El texto ha sido adoptado con 552 votos a favor, 110 en contra y 12 abstenciones. La medida afecta a furgonetas de hasta 3,5 toneladas.
El objetivo de los 147 g/km para 2020 se aplicará a la media de las emisiones de toda la flota de modelos de los fabricantes comunitarios de furgonetas que produzcan más de 1.000 vehículos al año.
Eso quiere decir que los constructores tienen que fabricar modelos de vehículos comerciales con emisiones bajas que puedan compensar los de los más contaminantes. De no respetar el límite de los 147 gramos se pueden enfrentar a sanciones.
El texto, que ya ha sido acordado con los ministros de los Veintiocho, también reclama la introducción de procedimientos de ensayo más fiables a la hora de medir las emisiones contaminantes.
Los fabricantes seguirán contando por ahora con un sistema, llamado de "supercréditos", que consiste en que los fabricantes pueden contabilizar con más valor que un vehículo normal a los que emiten menos de 50 gramos de CO2 por kilómetro. El sistema, aprobado en votación por los eurodiputados, no se renovará en 2018.