El Consejo Europeo de Ministros de Transporte volverá a intentar un acuerdo sobre el Paquete de Movilidad, aunque con pocas esperanzas.
Pese a que la Comisión Europea lleva a cabo intensas negociaciones con cada uno de los Estados miembro de la Unión Europea y a que el Consejo Europeo de Ministros de Transporte volverá (aunque con pocas esperanzas) sobre el asunto en su reunión del próximo mes de diciembre, el Paquete de Movilidad parece condenado a volver al cajón de los expedientes sin concluir hasta que los nuevos eurodiputados vuelvan al ritmo de crucero habitual del Parlamento Europeo tras las elecciones de mayo de 2019.
Las diferencias entre países persisten sin que nadie parezca dar su brazo a torcer más allá de los estrictamente necesario para no poner en riesgo sus intereses nacionales, con lo que este ambicioso proyecto de la Unión para alcanzar una regulación armonizada del mercado europeo de transporte podría no volver al tapete de las instituciones comunitarias hasta bien entrado 2020.
Podría parecer que esta opción beneficia al transporte español, pero, sin embargo, lo cierto es que la falta de una regulación europea común abre el camino de lleno para que cada Estado miembro decida crear normas nacionales para aspectos clave para el sector como el salario mínimo, la regulación del cabotaje, las condiciones laborales de los trabajadores desplazados o el descanso semanal reducido en cabina, precisamente cuando la UE está tomando conciencia de la falta de áreas de descanso seguras que hay.
De igual modo, la falta de un Paquete de Movilidad consensuado impedirá una defensa coordinada de la competencia leal en el sector del transporte a nivel europeo, lo que podría facilitar la acción de las empresas buzón.