Se pretende concienciar a todos los conductores de que una menor velocidad implica una menor lesividad en caso de accidentes.
El 29 de enero de 2019 entrará en vigor la prohibición de circular a más de 90 km/h en carreteras convencionales, que fue aprobada a finales de diciembre por el Consejo de Ministros con el fin de reducir la siniestralidad vial y lograr que la tasa de fallecidos por cada millón de habitantes se sitúe por debajo de 37.
Siete de cada diez accidentes con víctimas tienen lugar en esta clase de carreteras, en las que cada año fallecen unas 1.000 personas. La velocidad inadecuada es la causa principal en el 20% de los accidentes.
Esta modificación supone la desaparición de los diferentes límites de velocidad establecidos, lo que afectará a unos 10.000 km de vías. La Dirección General de Tráfico ha puesto en marcha a primeros de enero una campaña para informar a los ciudadanos.
Con ella, se pretende concienciar a todos los conductores de que una menor velocidad implica una menor lesividad en caso de accidentes, especialmente en estas carreteras, que cuentan con un número importante de las salidas de la vía, que es donde más frecuentemente suelen producirse accidentes.
Situación en la Unión Europea
La mayoría de los Estados de la Unión Europea han ido adoptando medidas de reducción de la velocidad en aquellas vías en las que no hay separación física de sentidos, generalmente a 90 km/h, aunque algunos han optado ya por establecer limitaciones de 80 km/h.
En cuanto a la velocidad fijada para cada tipo de vehículo, los países con menores tasas de fallecidos en accidente de tráfico tienen un diferencial entre vehículos ligeros y pesados, en carreteras convencionales, que oscila entre 0 y 10 km/h.
Los que circulan a velocidades dispares de la media, como los camiones, son más susceptibles de provocar un accidente, con una probabilidad hasta seis veces mayor que si circularan a la misma velocidad, lo que también favorece la fluidez del tráfico.
En este caso, los vehículos pesados pasarán a circular a 80 km/h, aunque hasta ahora el límite establecido en las carreteras nacionales con arcenes de menos de 1,5 metros de anchura era de 70 km/h.