El objetivo es definir una hoja de ruta para la reducción de emisiones que permita a los fabricantes adaptarse a los nuevos cambios.
A partir de 2019, el Gobierno introducirá un nuevo impuesto al diésel, tal y como ha confirmado la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que ha afirmado que esta nueva fiscalidad quedará recogida en los Prespuestos Generales del Estado para el próximo ejercicio.
El Ejecutivo se ha propuesto acelerar la transición española hacia una movilidad más limpia, aunque Maroto reconoce que aún no se ha elaborado un borrador para poder debatir con los sectores que se verían afectados por esta medida.
El objetivo es definir una hoja de ruta para la reducción de emisiones de una forma que permita a los fabricantes de la automoción adaptarse a los nuevos cambios. En este sentido, Maroto cree que las palabras de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, sobre que el diésel tenía los días contados no fueron acertadas.
En esta línea, se está trabajando en una fiscalidad que recoja las peticiones de la Comisión Europea, combinada con políticas económicas que ayuden a realizar una transición ordenada que no afecte a la competitividad de la industria española de la automoción.
Los detalles al respecto se conocerán a partir del 30 de septiembre, que es el plazo que tiene el Gobierno para presentar su proyecto de ley presupuestaria, aunque la ministra de Industria asegura que se retrasará un poco más.
El Gobierno de Sánchez, con este nuevo enfoque impositivo que pretende implantar en el caso de que logre sacar adelante la nueva ley de los PGE2019, incide en la senda anunciada de aumento generalizado de los impuestos, que en este caso se anuncia sin haber tenido en cuenta los intereses del sector profesional del transporte por carretera, como parece que ya viene siendo habitual.