El cambio climático introduce cambios en las cadenas de suministro.
Fenómenos atmosféricos extremos como la reciente ola de frío polar intenso en los Estados Unidos o las inundaciones que se producen como consecuencia de lluvias torrenciales en cada vez más zonas del globo implican retos de gran caladotambién para el futuro del sistema de transporte y la gestión de cadenas de suministro sometidas a condiciones meteorológicas muy adversas.
Sin embargo, el impacto del propio proceso de cambio climático que se está produciendo, incluso sin fenómenos de gran dureza, también afecta a los hábitos de consumo que van adaptándose a las nuevas condiciones meteorológicas, algo que, este año, puede comprobar de cerca el sector hortofrutícola español, que ha visto cómo las suaves temperaturas de diciembre han afectado negativamente a las ventas de frutas y verduras españolas en la Unión Europea.
Materias primas y energía
Así mismo, por lo que respecta a las propias cadenas de suministro, las alteraciones climáticas también pueden modificar radicalmente los suministros de materias primas esenciales para los procesos de producción de alimentos o bebidas procesadas, por ejemplo, así como los precios de la energía o las condiciones de acceso a las fuentes energéticas, un elemento fundamental para la ubicación de plantas de producción en todo el planeta.
De igual modo, fenómenos adversos como huracanes o inundaciones pueden afectar a las redes de comunicaciones, así como al coste de los seguros, un elemento fundamental para el transporte internacional, mientras que la aparición de pandemias reduciría el interés de muchos turistas por viajar para evitar riesgos para la salud, algo de especial relevancia para un país como España.
De hecho, un estudio elaborado por el World Economic Forum este mismo año, sitúa al cambio climático y a los intentos fallidos por mitigar sus efectos como los dos principales problemas para la economía mundial, a juicio de las principales multinacionales del planeta.
En sentido contrario, los efectos del cambio climático podrían traducirse en una mayor demanda de productos tecnológicos y de comunicaciones, así como de aparatos de aire acondicionado o de medicinas para enfermedades tropicales que podrían expandirse a nuevas latitudes por efecto del calentamiento global.
En paralelo con esta adaptación a las nuevas necesidades de consumo que podría traer una modificación del clima hay que sumar los procesos de transformación digital y de descarbonización que también afecta al sector logístico.