Corea del Sur sale al rescate de sus astilleros.
Las entidades públicas surcoreanas encargarán a los astilleros de su país un total de 250 buques por valor de 11 billones de wones (8.690 millones de euros) para 2020, en el marco de un plan puesto en marcha por el gobierno para estimular un sector que pasa por momentos difíciles.
Hasta agosto de 2016, la demanda en los astilleros surcoreanos ha descendido un 86,7%con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, que supuso el tercer año consecutivo de descensos según datos de Clarkson y Bimco.
En este contexto, la administración surcoreana ha puesto en marcha un plan por el que también ofrecerá 6,5 billones de wones (5.135 millones de euros) en financiaciónpara mejorar la competitividad de las compañías. Además, la administración quiere que los constructores reorganicen sus divisiones de negocio para centrarse en servicios de alto valor añadido.
Según el gobierno de Corea del Sur, los tres grandes constructores navales del país recortarán sus plantillas desde los 62.000 empleados actuales hasta unos 42.000 trabajadores para 2018, reduciendo su número de astilleros de 31 a 24 y cambiando su modelo de negocio para centrarse en buques de transporte de contenedores, petróleo y gas natural.
Por un lado, Hyundai Heavy Industries se desprenderá de sus negocios en otros sectores, como la energía eólica y otras energías renovables, y Samsung Heavy venderá propiedades que no tengan que ver con el sector naval. Además, Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering buscará un nuevo propietario tras disminuir su tamaño y reformar su gestión.
En conjunto, estas tres compañías cosecharon en 2015 unas pérdidas de 8,5 billones de wones (6.715 millones de euros)debido a los costes derivados del retraso en la entrega de plataformas de alta mar y el mal momento general del sector.
Por otra parte, la administración surcoreana también inyectará 1,7 billones de wones (1.343 millones de euros) para impulsar la economía de las regiones costeras donde se ubican los astilleros, inyectando un billón de wones (790 millones de euros) durante los próximos cinco años para crear varios proyectos públicos en las áreas afectadas.