Los ministerios de Fomento y Hacienda han aplazado hasta el próximo 31 de julio la reunión que tenían previsto mantener este jueves día 24 con los bancos para concretar el rescate de las autopistas en quiebra.
El encuentro entre el Gobierno y los bancos tiene como principal objetivo cerrar la refinanciación de la deuda de 3.800 millones de euros que las concesionarias de las autopistas soportan con medio centenar de bancos.
Junto con el ICO, las principales entidades financieras acreedoras de las vías son Bankia, Banco Sabadell, CaixaBank, Santander, BBVA, y Banco Popular. El proyecto diseñado por el Gobierno para rescatar las autopistas pasa por integrarlas en una empresa 100% pública tras previamente realizar una quita del 50% a dicha deuda.
En un principio, el plan preveía convertir el pasivo restante en un bono a treinta años, con un tipo de interés del 1% anual más un variable en función del tráfico. Sin embargo, ante el rechazo que ha mostrado la banca a esta retribución, al considerar que está por debajo del mercado convirtiéndose en una "segunda quita", el Ejecutivo estaría dispuesto a elevar hasta el 2,5% el interés que devengará el bono.
Además, el Gobierno sopesa otorgar una garantía estatal a estos títulos de deuda, inicialmente vinculados a la nueva empresa nacional de autopistas.
No se invertirá dinero público
La condición principal exigida por el Ministerio de Fomento para poder dar luz verde al rescate de las autopistas es que no cueste ni un sólo euro del erario público, para ello, explotarán las vías para que generen recursos para pagar su deuda.
Las autopistas que formarán la nueva empresa nacional de autopistas son las cuatro radiales de Madrid, la que une la capital con el Aeropuerto de Barajas y las que conectan Madrid-Toledo, Ocaña-La Roda, Cartagena-Vera y la circunvalación de Alicante. En la actualidad,estas vías están controladas por grandes grupos constructores.
Cabe recordar que esta misma semana la Abogacía del Estado ha conseguido aplazar, hasta el próximo 19 de septiembre, la junta de acreedores de la autopista Ocaña-La Roda, prevista para el pasado viernes 18, en la que todo indicaba que caería la primera autopista de las autopistas en concurso de acreedores.
Parte del desequilibrio económico que presentan es consecuencia de la caída del tráfico en las mismas, de hecho, en el primer semestre de 2014 las autopistas en quiebra han contabilizado una intensidad media diaria de tráfico de 5.751 vehículos, lo que supone un 4,6% menos que el año anterior, y el sobrecoste por expropiaciones que afrontaron.