Para la Generalitat, la digitalización de la movilidad, la logística y el transporte es el principal reto a superar para afrontar la lucha contra el cambio climático.
El departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña ha presentado recientemente el nuevo Observatorio de la Digitalización del Transporte, impulsado por el Centro de Estudios de Transporte del Mediterráneo Occidental (Cetmo) y que servirá para potenciar el crecimiento de la economía desde la sostenibilidad ambiental, social y económica.
Su creación nace de una reflexión sobre la situación actual y futura del sector del transporte. Una vez analizadas las tendencias actuales, se ha llegado a la conclusión de que el futuro del transporte pasa por una profunda transformación digital.
Al mismo tiempo, aparecerán nuevos actores que aprovecharán las diferentes oportunidades que se están creando, mientras los actores tradicionales se verán obligados a adaptarse a las novedades para poder sobrevivir.
A raíz de este análisis es cuando se ha detectado la necesidad de poner en marcha un Observatorio para la Digitalización del Transporte, que realice un seguimiento de las diferentes disrupciones tecnológicas y permita adaptarse a la nueva realidad.
Su objetivo es recoger información sobre las tendencias en este ámbito para analizar el potencial que pueden tener en el desarrollo sostenible del transporte, poner en valor las oportunidades empresariales o los beneficios para la Administración que se pueden generar gracias a su digitalización, y crear redes de trabajo, además de promover el debate y la transferencia de conocimientos sobre la materia.
Transición energética
Para la administración catalana, la digitalización de la movilidad, la logística y el transporte es el principal reto a superar en los próximos años, para poder afrontar con garantías la lucha contra el cambio climático.
En este sentido, resulta fundamental abordar cuanto antes el problema de la transición energética, la economía circular y la descarbonización de la movilidad, pues al menos el 50% de los gases de efecto invernadero proceden del transporte.