Se ha encargado una auditoría para determinar a cuánto ascenderían los sobrecostes a los que debe hacer frente el astillero.
El astillero Hijos de J. Barreras ha solicitado a principios de octubre el preconcurso de acreedores debido a los sobrecostes y retrasos en los pagos a los que se enfrenta, a pesar de encontrarse en plena construcción de varios buques.
Cuenta con un plazo de unos cuatro meses para negociar y poder llegar a un acuerdo que evite el concurso, pero el más factible, que pasaba por la entrada de Ritz-Carlton en el accionariado, parece encontrarse en punto muerto.
Aunque aparentemente la empresa se encuentra trabajando en una solución junto a los accionistas, todo indica que de momento no habrá acuerdo entre los interesados, según recoge El Faro de Vigo. Pemex es actualmente el mayor accionista, con el 51%, mientras que José García Costas cuenta con el 24,5% y Albacora con el otro 24,5%.
En medio de esta situación, el astillero tiene prácticamente paralizada la construcción del crucero de lujo para Ritz-Carlton, que tendría que entregar en menos de un año. En el caso de los dos buques que debe entregar a la noruega Havila, los trabajos llevan parados desde julio.
No obstante, para la banca no parece tratarse de un problema económico, puesto que los sobrecostes a los que aún debe hacer frente Barreras en la construcción del crucero serían asumibles. En este sentido, ya se ha encargado una auditoría para determinar a cuánto ascenderían, aunque todas las estimaciones realizadas sitúan la cantidad en el entorno de los 50 o 60 millones de euros.
Tanto la Xunta como las entidades bancarias implicadas están tratando de poner todas las facilidades para que pueda encontrarse una solución, mientras que el operador ha planteado incluso la construcción de dos unidades gemelas, con las que se compensarían los citados costes extra.