El sector del transporte por carretera aporta a las arcas públicas más de 23.000 millones de euros cada año en concepto de impuestos, de los que 7.000 millones son específicos para este modo de transporte, es decir, no se aplican ni en el transporte aéreo, ni en el marítimo ni en el ferrocarril.
Así, medidas como el céntimo sanitario, que hasta 2012 había supuesto 6.500 millones de euros anuales, el tacógrafo o el ITVM (Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica) suponen, para varias asociaciones de transportistas, que el sector ya esté pagando en España la euroviñeta, es decir, el pago por uso de las carreteras, antes incluso de que esta haya sido aplicada.
De hecho, un estudio elaborado por Transyt señala que, con la política impositiva actual, un vehículo ligero "paga" en impuestos 0,0472 euros/km, mientras que con el precio estimado para la euroviñeta sería de 0,0453 euros/km. Para los vehículos pesados, los impuestos actuales ascienden a 0,1132 euros/km de media, mientras el estimado en el pago por uso sería de 0,1071 euros/km.
Los resultados del informe han sido presentados este martes 16 de junio en Madrid, en el marco de la Jornada 'Criterios para la justa aplicación de la tarificación en las carreteras españolas' organizada por la Fundación Francisco Corell, y en el mismo se señalaban, además de los posibles precios que tendrían que pagar los transportistas según el tipo de vehículo, los requisitos y desafíos de la euroviñeta en España.
Retos de la euroviñeta en España
En lo que respecta a los principales retos a los que se enfrenta el sistema en España, estos podrían resumirse en que debería ser aceptada socialmente, mientras que también es necesaria la equidad fiscal con otros modos de transporte, la transferencia de costes al consumidor final que, no obstante, también entraña riesgos como impacto negativo para el comercio, así como la fiabilidad técnica y jurídica de los sistemas de cobro.
Por un lado, la aceptabilidad social será mayor cuanto mayor sea el porcentaje de vehículos extranjeros y el de tránsito, cuando se igualen las "reglas de juego" con respecto al resto de modos y siempre que haya medidas compensatorias para el transporte por carretera, como las implantadas por ejemplo en Alemania, país en el que se ha reducido el impuesto a la posesión de vehículos.
El apoyo al sector conllevaría además que el aumento de los costes del transporte no impactase directamente al consumidor final, lo que repercutiría en el comercio exterior, afectando tanto a las exportaciones como las importaciones.
Además, si este incremento del precio se trasladara al consumidor final, esto influiría negativamente en los países periféricos con respecto a los centrales de la Unión Europea, siendo esta una de las razones por la cual se hace necesario un pago por uso común a toda Europa y en el que se subvencionen, o se siga una política de precios más flexible, en los países periféricos como España.
Por otro lado, la atomización del transporte por carretera español hace muy difícil que los transportistas puedan trasladar todos los costes al cargador. Así, lo más probable es que la euroviñeta en España redunde en pérdidas económicas para el sector en el corto-medio plazo.
Requisitos
Por tanto, para paliar el impacto negativo del pago por uso de las infraestructuras se hacen necesarios ciertos requisitos o medidas que aseguren la competitividad de los transportistas españoles.
En este sentido, la implantación de la euroviñeta requiere la armonización fiscal entre modos, especialmente en lo referente al impuesto del carburante, así como la aplicación a todos los vehículos tanto ligeros como pesados.
Del mismo modo, es necesario que los ingresos de este sistema se destinen a mejorar las carreteras y el sector transporte, reduciendo costes o facilitando la renovación del parque de vehículos y la creación de plazas de aparcamiento seguras.
Desde Transyt también contemplan como medidas a tener en cuenta la aplicación de descuentos por utilizar las carreteras fuera de hora punta o en función del número de kilómetros recorridos, asegurar la interoperabilidad con los países del entorno y garantizar, a través de una partida separada en la facturación del impuesto, que el coste de la euroviñeta se traslada al cargador.