Según el informe realizado por Clarkson sobre Balance y Perspectivas del sector de transporte marítimo, en el tercer trimestre de 2011, los segmentos de buques graneleros y petroleros han sufrido las primeras consecuencias de la nueva y anunciada recesión económica mundial. Tanto los petroleros VLCCs (very large crude carriers), de aproximadamente 225.000 tpm, como los graneleros Capesize (unas 150.000 tpm) pasaron varias semanas con niveles de fletes que a duras penas permitían cubrir sus costes de operación.
La oferta de flota ha seguido creciendo y las últimas previsiones apuntan que en 2011 y 2012 los niveles de entregas podrían volver a batir su récord histórico. Aun teniendo en cuenta las previsiones de desguaces de Clarkson (46 millones de tpm en 2011, un 50% más que en 2010), la flota crecerá este año en 105 millones de tpm, alrededor de un 7% o, lo que es lo mismo, el doble que la demanda de transporte marítimo. Teniendo en cuenta que todavía quedan al menos dos años con niveles de entregas muy altos y una crisis financiera que resolver, sólo se puede concluir que el sector está acumulando un exceso de oferta desmesurado.
Evaluación por segmentos del mercado
La demanda de transporte marítimo de graneles sólidos, suponiendo que la economía mundial presente un crecimiento razonable, se espera que crezca de media un 4% anual, o incluso algo más, en los próximos años. Pero no será suficiente para absorber la cartera de pedidos actual, que, incluso descontando niveles elevados de desguaces, se prevé conduzca a un aumento de la flota del 10-12% anual en 2011 y 2012.
El sector de buques petroleros presenta una dinámica diferente. El alto precio del crudo está estrangulando la demanda y las previsiones de crecimiento del comercio marítimo de crudo y productos del petróleo se sitúan en torno al 2% anual como máximo.
Aunque la cartera de pedidos ha disminuido hasta 96 millones de tpm, esta cifra significa que en los próximos años la flota crecerá a razón de un 5-6% anual como mínimo. Resultará muy difícil que un repunte de la demanda ayude a resolver los problemas de este segmento del mercado, por lo que las previsiones a corto y medio plazo son muy negativas.
Por último, el mercado de buques portacontenedores, tras un breve repunte durante el verano, se mantiene bastante deprimido, con la gran mayoría de las grandes navieras registrando grandes pérdidas, y muy vulnerable al oscilante mercado de importaciones asiáticas del Atlántico Norte.
La previsión de crecimiento de la flota es de un 7% a 8% anual durante los próximos dos años, que no resulta muy llamativa para el estándar de este segmento del mercado (que registraba crecimientos de dos dígitos antes de la crisis), lo que podría conducir a una estabilización de los niveles de fletes en niveles no muy altos, pero razonables, pero ello siempre que la demanda de transporte con origen/destino en Asia siga una tendencia positiva de igual o mayor cuantía, sobre lo cual hay en este momento serias dudas.
Con todo lo anterior, los tres principales sectores de la marina mercante mundial se encuentran en una situación de niveles de fletes muy deprimidos que lleva, además, visos de prolongarse al menos dos años más.