Aunque ya se están viendo signos claros de una desaceleración económica en Europa, no se puede hablar todavía de un cambio radical en el comportamiento de las cadenas de suministro. Así lo ven desde el Grupo Trans.eu, que ha analizado en profundidad la evolución de los precios en el sector del transporte en Polonia, Alemania y Francia.
Así, desde enero de 2019 hasta finales de agosto de 2022, han sido los transportistas polacos quienes han registrado los aumentos más altos, mientras que los transportistas alemanes registraron los más bajos.
Cabe apuntar que en la primavera de 2020, debido al confinamiento, las tarifas medias cayeron un 23%, para luego subir un 50% a finales de agosto de este año.
Además, la tasa de crecimiento se aceleró considerablemente en febrero, coincidiendo con el inicio de la agresión rusa en Ucrania. Sin embargo, en junio, la tendencia alcista empezó a ralentizarse, y a pesar del repunte de los combustibles, el gas y la electricidad, los precios del transporte están subiendo más despacio.
Esto se debe en parte a la presión de fabricantes y distribuidores sobre las empresas del sector. Algunos transportistas que tienen contratos fijos con sus clientes, están dispuestos incluso a reducir sus márgenes para trabajar con ellos.
La clave parece estar en una menor demanda de capacidad en los envíos a Alemania, pues los cambios de precios en el mercado alemán son un factor determinante que precede a todo lo que sucederá en los mercados europeos.
Desde el estallido de la guerra de Ucrania, los precios medios del transporte hacia el país han aumentado un 30%, pero en agosto hubo un ajuste de tarifas, del 145% al 138%, sinónimo de una menor demanda.
El próximo trimestre dirá si se trata de una tendencia permanente, que presagia una recesión en Alemania y Europa. En esta línea, el nivel de inflación en septiembre en Alemania ha llegado al 10,9%, la tasa más alta en 70 años, lo que conducirá a una reducción de las importaciones y una menor demanda de capacidad de transporte en Europa.
De momento, en el mercado francés se observa un nuevo aumento de tarifas, que puede deberse a la salida de transportistas de Europa Central y del Este, mientras el mercado polaco permanece estable.
Por otro lado, en septiembre el Banco Central Europeo elevó la principal tasa de interés al 1,25%, y las tasas de interés más altas se traducen en mayores costes de servicio. Los costes de flota están aumentando, ya que el incremento de los interesesaumenta el coste de los camiones financiados o con leasing.
arece que cuanto mayor sea la inflación, mayor será la presión para aumentar los precios del transporte y los salarios de los conductores. En este sentido, la inflación en Alemania sigue aumentando día tras día, mientras Polonia, un actor muy importante en el mapa del transporte por carretera, está registrando una inflación muy superior a la media de la UE.