La entrada en vigor del Convenio Solas en 2016, que atribuye al cargador la responsabilidad de garantizar que se ha verificado el peso de todos los contenedores que se cargan en un buque, ha permitido reducir los riesgos para los estibadores, los buques y la carga, según el último informe de la consultora Xeneta.
Pasado más de un año desde la implementación de esta regulación, existen diferentes opiniones sobre su eficacia. Mientras los operadores logísticos no han encontrado problemas en su aplicación ni tampoco las navieras, los importadores explican que se han incrementado sus costes de transporte al tener que acudir a realizar el pesaje antes de acudir al puerto.
En cuanto a las terminales de contenedores, este proceso ha aumentado su carga de trabajo y para los operadores de infraestructuras de pesaje, ha repuntado el volumen de contenedores que deben ser pesados, transformando totalmente sus operativas.
Las consecuencias de no declarar el peso de un contenedor pueden ser muy negativas, llevando a lesiones o muerte de los trabajadores, inestabilidad de los buques, colapso en el proceso de apilado de contenedores, pérdida de contenedores, una estiba incorrecta de las cargas, o daños en las embarcaciones, la carga o los equipos de manipulación.
Esta situación también puede conducir a un sobrepeso de los contenedores que son transportados por carretera, reclamaciones por accidentes en terminales y retrasos que afectan a los contenedores que sí han sido debidamente declarados, así como un consumo excesivo de combustible y un aumento de las emisiones, o despachos de última hora cuando el peso a bordo excede lo declarado y afecta a los límites de capacidad del buque o al calado del puerto.
La nueva normativa establece que un contenedor debe ser pesado antes de embarcar mediante un sistema de verificación adecuado, sin excepciones. Para ello, tienen dos opciones diferentes, pero con cualquiera de ellas, el cargador obtendrá un certificado VGM que garantiza que el peso ha sido verificado y está dentro de los límites aceptados.
La naviera no es, según el Convenio, la responsable del pesaje del contenedor.
Diferentes métodos de pesaje
El primer método consiste en llevar el contenedor ya listo para su embarque a instalaciones habilitadas para el proceso de pesaje, mientras que el segundo consiste en pesar por separado la carga y el contenedor vacío. En este proceso, la naviera no es, según el Convenio, la responsable del pesaje del contenedor o de verificar la validez del VGM.
Sin embargo, si embarca un contenedor que no cuente con el certificado, sí puede ser acusada de no cumplir con el Convenio Solas. Dependiendo del país, los cargadores pueden pesar sus contenedores utilizando el sistema que ellos elijan, siempre que esté acreditado por las autoridades.