La Memoria Anual 2016 de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) recoge el impacto que la implantación o eliminación del tramo autonómico del céntimo sanitario tiene en el consumo de gasóleo y gasolinas en las diferentes Comunidades Autónomas.
Tanto la asociación como el sector del transporte por carretera español llevan años advirtiendo del efecto ‘frontera’que se produce entre comunidades autónomas en función del recargo autonómico que soportan los carburantes en cada zona, sujeto a decisiones que se toman de forma unilateral al tener competencias las CCAA para establecer el tramo autonómico del IVMDH en su territorio.
Según el informe de la AOP, se producen mayores crecimientos en el consumo de carburantes en las zonas que sufren menor presión fiscal.
Aunque el consumo responde también a factores como el turismo o la industria de la zona, dos comunidades autónomas, Castilla y León y Navarra, son un claro ejemplo del impacto que la implantación del tramo autonómico tiene en el consumo del territorio.
Castilla y León, tras la eliminación del tramo autonómico, registra un crecimiento muy superior en 2016 al presentado en 2015, más de dos puntos por encima de la media nacional y más alto que el observado en sus comunidades fronterizas, incluidas Asturias y Extremadura.
"El hecho de que haya crecido más que en Cantabria y en el País Vasco, que no aplican tampoco el tramo autonómico, podría atribuirse a que consumidores procedentes de Castilla y León estuvieran hasta este año repostando en estaciones de estas comunidades y hayan dejado de hacerlo en 2016", aseguran los productores.
Por otro lado, la implantación en 2016 del céntimo sanitario le ha supuesto a Navarra, vecina de zonas donde no se aplica el céntimo sanitario, una caída de cinco puntos frente al incremento registrado en 2015, por lo que no es de extrañar que decidiese suprimirlo de nuevo en 2017.