Ante el conflicto del puerto de Setúbal, Volkswagen ha recurrido a los enclaves de Leixoes, Vigo y Santander.
El conflicto que se vive en la estiba del puerto de Setúbal, el más importante de Portugal para los tráficos de carga rodada, ha obligado a la factoría que Volkswagen tiene en Palmela, localidad próxima a Lisboa, a reorganizar sus flujoscon el fin de seguir llevando la producción a los mercados exteriores.
El fabricante alemán se ha visto forzada a mandar por carretera los vehículos hacia los puertos de Leixoes, Santander y Vigo, ante la prolongación del conflicto con el colectivo de estibadores del enclave luso hasta final de año y que incluso amenaza con convertirse en una movilización indefinida, lo que obligaría a Volkswagen y sus operadores logísticos a tomar medidas a medio plazo.
Precisamente este último recinto portuario, el de Vigo se ha visto beneficiado merced a la autopista que enlaza Tánger con el puerto olívico y Nantes con 2.000 automóviles más a la semana procedentes de la factoría portuguesa próxima a Lisboa y, además, lo complementa con conexiones hacia el Reino Unido.
Esta situación ha dado una mayor carga de trabajo, entre otras empresas de la comunidad portuaria viguesa, a Suardíaz o Termicar.
Sin embargo, esta situación podría variar, ya que Volkswagen baraja muy seriamente la posibilidad de enviar a su planta navarra de Landaben los motores que tenía previsto llevar inicialmente a Palmela, aprovechando que estas instalaciones realizarán una parada programada de cara a las navidades.