En el mercado inmologístico español, el tirón de las actividades de comercio electrónico está provocando, junto con un aumento de la demanda de suelo por parte de los principales operadores logísticos del país, que la demanda de naves supere a la oferta, de forma especial en Madrid y Barcelona.
Mientras que en Barcelona la escasez de suelo para actividades logísticas ya es acuciante, en Madrid empieza a notarse.
Este factor de escasez de desarrollo de inmuebles para actividades logísticas tiene también una vertiente importante en el aumento de las rentas de alquiler y del precio del metro cuadrado, precisamente en un sector, el de la logística del e-commerce, que requiere de espacios muy próximos a las zonas de consumo.
En los últimos meses, se han producido dos operaciones de alquiler relacionadas con el e-commerce de 48.000 m2 y 28.000 m2 situadas en Santa Oliva y Barberá del Valles, respectivamente.
En idéntico sentido, algunos estudios estiman que casi la mitad de la superficie inmologística contratada en el área urbana de Barcelona durante la primera mitad de 2018 está relacionada con actividades logísticas vinculadas al segmento de e-commerce.
El mercado en su conjunto, muestra escasez de oferta de superficies de grandes dimensiones, lo que genera un desajuste que marcará el desarrollo del e-commerce en los próximos meses, aunque según los expertos los volúmenes de inversión son elevados y se espera que mantengan cifras en positivo, al menos hasta 2020.
A [sumario]juicio de los expertos, los volúmenes de inversión son elevados y se espera que mantengan cifras positivas, al menos hasta 2020.[/sumario]
En este contexto, como refieren diferentes estudios, la mitad de los suelos para actividades logísticas contratados durante el primer semestre del presente ejercicio se dedican a e-commerce.
La realidad es que este sector ha incrementado las necesidades de suelo destinado a actividades logísticas y va a marcar la evolución del mercado inmologístico en el futuro a corto y medio plazo.
A juicio de muchos expertos del sector inmologístico, es precisamente esta circunstancia, la de que el mercado español aún no está tan maduro como otros del Viejo Continente, lo que permite un mayor recorrido para el segmento de e-commerce, que en los últimos años se ha convertido en uno de los motores para el desarrollo de más almacenes y plataformas logísticas, junto con el sector retail que, por su parte y una vez superada la crisis económica, parece volver a tirar de la actividad logística, de la mano del consumo privado.
A favor de esta tendencia juegan tanto la cada vez mayor confianza que tiene el usuario español de e-commerce, como la propia oferta, que va llegando paulatinamente a nuevos segmentos de actividad y que aún tiene una asignatura pendiente en la distribución fuera de las principales ciudades.
Muchos expertos indican que en España todavía queda mucho camino por recorrer tanto para que el comercio electrónico alcance zonas rurales, donde aún es difícil conseguir generar rentabilidad, como para que el sector busque instalaciones adecuadas más allá de Madrid y Barcelona, en áreas donde se está viviendo un fuerte desarrollo, como son los casos, por ejemplo, de Valencia, Zaragoza o del eje existente entre Sevilla y Málaga y que aún queda por definir para otras zonas, como el noroeste, con una mayor dispersión.