El 58% de los fabricantes de productos de gran consumo admite que la cantidad de datos que registra excede su capacidad de proceso y no pueden utilizarlos, reduciendo su capacidad para actuar y competir en el mercado.
Así lo recoge un estudio realizado por Intermec sobre el sector del gran consumo, en el que un 63% de los 350 ejecutivos entrevistados cree que los negocios se han vuelto más complicados y que encuentran problemas para atender a la vez las demandas de los consumidores y de los minoristas.
La presión para rebajar los precios, la competencia creciente, las relaciones con los minoristas y las normativas gubernamentales han sido los retos más importantes que han enumerado los fabricantes y que más afectan a su negocio.
Además, el 57% de las compañías manifiestan que los consumidores están presionándoles para mejorar la trazabilidad a través de los minoristas, demanda que no está siendo atendida por los retailers. Para afrontar estos restos, según los fabricantes, es necesario compartir cada vez más información con los consumidores y la cadena de suministro.
De este modo, los resultados de este estudio muestran que los negocios relacionados con el gran consumo son cada vez más complejos y la previsión es que esta tendencia continúe.
Por ello, las empresas buscan soluciones para vencer esos retos y superar a sus competidores, y están mirando a la reingeniería de procesos, considerando mejorar las tecnologías y los sistemas que usan en la actualidad, para ganar en eficiencia, productividad e incrementar las ventas.
Más de la mitad sigue utilizando papel y lápiz
Las principales áreas de presión que afrontan los fabricantes de productos de gran consume son los precios más bajos, la introducción de nuevos productos, la competencia de otros productos, en especial con las marcas blancas, el análisis de los datos sobre sus clientes y las visitas más frecuentes a los clientes.
Sin embargo, el cambio de procesos y tecnología aún no aparece entre las tres principales prioridades de los fabricantes de gran consumo, después de que el 51% de los encuestados manifestasen seguir utilizando lápiz y papel en sus operaciones de Entrega Directa en Tienda (DSD).
Sólo el 41% de las compañías aseguran que sus representantes de ventas cuentan con las herramientas y la tecnología que necesitan para gestionar sus rutas y hacer su trabajo de forma eficiente, mientras que el 42% señala que sus sistemas DSD están preparados para el futuro.
Un primer paso declarado por los encuestados para resolver estos problemas es llevar a cabo una reingeniería de procesos para auditar el rendimiento de sus actuales operaciones, la tecnología y los sistemas. Sólo el 32 % de los encuestados asegura haber realizado una revisión de sus procesos en el último año.
Por último, la encuesta indica que un tercio de estas compañías han conseguido o esperan conseguir unos ahorros anuales superiores a los 500.000 dólares (360.665 euros).