La Delegación de Limpieza Viaria tiene una flota formada por 40 vehículos ligeros y 10 pesados, con una media de cinco años de edad y todos fabricados por Iveco y Renault. El 40% de los vehículos pesados están equipados con caja de cambios automática con convertidor de par de Allison: tres baldeadoras Premium 280 y una barredora Renault Midlum 270.15. Los seis vehículos restantes cuentan con cambio manual lo que permite a los operadores comparar la diferencia de rendimiento, productividad y comodidad que ofrecen las transmisiones Allison.
Además de su comodidad al no tener que estar pendiente del cambio de marchas por contar con la caja automática Allison, esta solución destaca por el buen arranque que aporta la caja de cambios automática con convertidor de par.
Resulta útil por ejemplo cuando hay que arrancar en una rampa pronunciada; con Allison el vehículo no patina. También se nota en un arranque normal, donde en el caso de los cambios manuales se podría salir en segunda o en tercera creando un riesgo de desgaste de embragues.
Menores costes operativos
Los responsables de mantenimiento también valoran positivamente las ventajas que aporta la caja automática sobre las manuales. Al no existir embrague, no hay desgaste alguno del mismo, algo muy común con una caja de cambios manual, de este modo se evitan averías lo que se traduce en menores costes operativos para la empresa.
Un ejemplo excelente de esa fiabilidad es el de la barredora sobre chasis camión Renault Midlum 270.15, de 270CV y 15 Tn, carrozada por Ros Roca y equipada con caja de cambios automática Allison del modelo 3.000. El vehículo lleva trabajando dos años y registra un total de 21.696 km. Baldea unos 20 km diarios, en dos turnos, realizando el barrido a una velocidad promedio de 5 km/hora.
El sector de la limpieza viaria, y en general de los servicios municipales, requieren vehículos resistentes y productivos. Las cajas automáticas de Allison han demostrado que están diseñadas para trabajar incansablemente en ciclos de trabajo intensos, en los que existen se conduce con continuas paradas y arranques, muchas veces con maniobras en calles estrechas, con cuestas y rampas.
La productividad de la flota aumenta por la comodidad del conductor y porque el mismo trabajo se hace en menos tiempo. Además el mantenimiento de los vehículos se convierte en simple rutina, prácticamente sin averías, ya que el convertidor de par protege la cadena cinemática en estas situaciones de conducción intensiva y complicada.