En la fase inicial de liberalización del sector ferroviario, el presidente de Renfe, Julio Gómez Pomar, ha manifestado que es improbable que haya más de dos compañías operando en competencia, debido al tamaño del mercado que se abrirá y al hecho de que el negocio del ferrocarril requiere compañías con fuerte capacidad inversora.
Si se analiza la situación del mercado "es difícil pensar en más de dos operadores" ha señalado Gómez-Pomar, señalando además que bastarían la compañía pública y otra compañía para dar suficiente cobertura a las líneas que se liberalizarán.
Desde Renfe aseguran que es mejor un menor número de compañías para prestar eficientemente el servicio, ya que se necesita una determinada masa crítica y tamaño, algo que va en proporción inversa al número de operadores.
Apertura a la competencia en este primer semestre
España se ha adelantado a la fecha fijada por la Unión Europea para la liberalización del sector ferroviario, en 2019. El Ministerio de Fomento tiene previsto abrir el sector a la empresa privada antes de que acabe el primer semestre, proceso que en principio afectará a las líneas de alta velocidad y comerciales del corredor del Mediterráneo, y conceder un solo título habilitante.
Renfe considera esta decisión muy acertada porque en el corredor del Mediterráneo, con la línea Madrid-Alicante recientemente inaugurada, a la que se sumará en 2015 la de Madrid-Murcia, hay perspectivas de crecer para alguien que se incorpore a ese negocio.
No obstante, ha matizado que Renfe es el "actor principal, pero un actor" destinatario de las mediad que que Fomento ponga en funcionamiento, recordando que el Ministerio trabaja con total independencia de la compañía ferroviaria pública en el diseño del modelo de liberalización.
Material rodante en alquiler
Para evitar la barrera a la competencia que supone no disponer de trenes, Renfe ha creado la sociedad de alquiler de material ferroviario. La compañía pública va a alquilar exclusivamente el material rodante, mientras que las empresas privadas seleccionarán a los maquinistas y el resto de personal ferroviario.
Un tren cuesta entre 30 y 40 millones de euros y tiene unos plazos de entrega de cuatro años, por lo que la liberalización "sería un poco de papel" si no hubiese material a disposición de los competidores, explica Gómez-Pomar. Además, ha señalado que Renfe está abierta a ofrecer servicios de venta o de asistencia en vía ante posibles averías a las empresas entrantes.