Como en cualquier otra actividad económica, empleo e inversión son dos variables que dan una imagen precisa de cómo está evolucionando un sector.
En el caso de la distribución urbana de mercancías, los registros de paro y contratación de repartidores y mensajeros actúan como termométro adecuado.
Por un lado, 2022 ha acabado con total de 2.256 repartidores y mensajeros en paro. El dato es un 8,22% inferior al de diciembre de 2021.
Sin embargo, este importante retroceso se ve empañado si se observa el comportamiento mes a mesdel año pasado.
En este sentido, tras unos primeros ocho meses de fuerte disminución en los niveles de paro en este colectivo, la tendencia ha cambiado radicalmente en septiembrepara volver a incrementarse hasta el mismo mes de noviembre, a las puertas de la temporada alta, y caer finalmente en diciembre.
Así mismo, conviene tener en cuenta para hacer una lectura completa de estos datos de paro que los demandantes de empleo de larga duración en este colectivo suponen un 38,87% del totalde diciembre.
De igual modo, también son importantes los indicadores de que un 50,49% de los repartidores y mensajeros parados son mayores de 45 años. Al mismo tiempo, los jóvenes también suponen un 23,98%del total de parados del colectivo.
Por lo que respecta a los datos de contratación, 2022 se ha cerrado con un total de 53.521 contratos de trabajopara repartidores y mensajeros en toda España.
El dato se coloca un 10,31% por debajo del registro de 2021, cuando el colectivo sumó 59.675 contratos de trabajo.
De hecho, en diciembre se ha registrado una brusca caída de la contratación de repartidores y mensajeros de un 38,92% con respecto al último mes de 2021.
Como contraste, puede decirse que la contratación en este colectivo creció en 2021 un 45,46%,porcentaje exagerado frente a 2020, el año en que la pandemia implicó un parón prolongado de la economía española.
Si se observa la evolución del total anual de contratos de trabajo para repartidores y mensajerosse observa un incremento progresivo en los cinco últimos años que no ha sido interrumpido por la pandemia, pero que sí que ha sufrido una importante inflexión el pasado 2022.
Habrá que esperar a los datos del conjunto de 2023para comprobar si solo ha sido un retroceso provocado por el contexto económico o si, por el contrario, se confirma la tendencia descendente si las dudas en la demanda y la inflación siguen atenazando el consumo.
