En la celebración de las Jornadas de Logística del Centro Español de Logística, CEL, tuvo lugar una mesa redonda sobre el diseño de operaciones para la logística on-line.
La mesa dirigida por Eduardo Zapata, secretario general de UNO, contó con la participación de Margarita García, directora de operaciones, aprovisionamiento y distribución física de Blanco; Javier Pascual, director de operaciones de Alice, Pablo Ramos, country manager de Kiala y Carlos Cavero, director general de Seur Logística.
En un momento como el actual en el que el e-commerce está adquiriendo cada vez mayor importancia estas empresas han explicado cómo se han adaptado para poder ofrecer sus productos adaptándose a los nuevos tiempos.
Adaptación de los comercios a las nuevas tecnologías
Blanco se fundó en los años 60 y en los últimos años ha experimentado una fuerte expansión. Al estar especializados en el sector de pronto moda, la llegada del e-commerce ha supuesto una revolución para las empresas del sector textil.
Tal y como explicó Margarita García, cuando Blanco se propone “lanzarse al mundo online” se lo plantea como una manera de crecer y, sobre todo, como una forma de acercarse a su target de clientes, jóvenes entre 20 y 30 años usuarios de las nuevas tecnologías.
En ese momento Blanco tiene que decidir cómo se va a implantar el nuevo negocio online y cómo “se va a integrar en nuestra manera de trabajar”. Según García, la tienda on-line se plantea como una tienda más pero con otra cantidad de volumen, lo que conlleva a preguntarse si se va a generar un flujo lógico y físico desde el principio, esto es, desde el proveedor al cliente o si se va a hacer de otra manera.
“El primer paso fue integrar la tienda como una tienda más dentro del sistema de distribución y luego creamos una tienda física en la plataforma de Parla con 3.000 m2 de espacio, 18.000 ubicaciones y con gente dedicada al pick pack”, explica García.
El control es férreo porque el cliente quiere que su pedido llegue en perfecto estado, que reciba lo que ha pedido y que la entrega se haga a tiempo. Por ello es necesario un gran control de los stocks y medir “estrechamente las tasas de disponibilidad”.
Pero el mayor cambio al que tuvo que adaptarse Blanco fue a la transformación del picking en dos fases, con máquinas que distribuyen de forma automática grandes volúmenes de mercancía, a pick pack. Además, con el pick pack es necesario contar con una plantilla preparada para recepcionar contando las unidades, recibir el pedido del cliente e ir a la estantería y coger las unidades que van a llegar al cliente.
En el caso deAlice.es, el proceso fue completamente distinto, al no haber contado nunca con una tienda física. Alice.es es un proyecto que nace hace un año y medio enfocado al sector de alimentación y que lleva funcionando completamente desde octubre de 2011. En el caso de Alice.es, la empresa tiene que hacer frente a las exigencias de dos tipos de clientes: las familias que demandan sus servicios y las empresas alimenticias que ofrecen sus productos a través de su plataforma.
Desde el principio en Alice.es tuvieron claro que había que subcontratar toda la parte logística y para ello contrataron a FM Logistics para encargarse de la gestión de almacén y a Seur para la distribución y entrega de los pedidos.
Para Javier Pascual, los retos de Alice.es han sido adaptarse a la entrega domiciliaria y a la tipología de pedidos, así como el control de stock para que “el cliente nunca reciba un producto caducado o que está a punto de hacerlo”. Pero el mayor reto radicaba en la entrega de los pedidos, y por ello idearon con Seur un sistema por el cuál el cliente puede elegir el día y la franja horaria de entrega.
Uno de los primeros problemas con los que se ha encontrado Alice.es fue el packaging, ya que el vidrio o el plástico son fáciles de romper. Por ello estudiaron cómo mejorar la preparación, e introdujeron elementos de protección de la mercancía, de forma que el número de roturas producidas durante todo el proceso de manipulación se ha reducido considerablemente.
La otra cara de la moneda
Pero si la interrupción del e-commerce en las tiendas ha supuesto un gran cambio, así como una importante oportunidad de negocio, para las empresas de transportes esta oportunidad puede llegar a ser mayor.
Tras analizar el mercado y comprender que había un nicho vacío, aquellos clientes que no recibían sus pedidos a veces hasta el segundo intento,nace en 2001 Kiala, una empresa se extiende por Holanda, Francia, España, Bélgica, y Luxemburgo y que fue comprada hace a penas unas semanas por UPS.
Kiala es una red depuntos de recogida. Para Pablo Ramos, máximo responsable en España, la clave de su éxito radica en utilizar los puntos como un complemento a la entrega domiciliaria, no como una sustitución. Va dirigido a un público muy específico que no está en casa y que necesitan una alternativa, un servicio adicional.
De esta manera Kiala ha conseguido reducir los costes de transporte, ya que “todos los días transportamos a los mismos puntos. No hay fallos como en la entrega domiciliaria, evitamos una serie de costes por la definición del modelo. Sabemos los horarios de la red de puntos de entrega, si fallamos la entrega es por algún problema del conductor”, explica Ramos.
Seur lleva ya 70 años en el mercado y representa el último eslabón en la cadena logística de las empresas que apuestan por el e-commerce, la internacionalización y la logística.
Tal y como explica Carlos Cavero, director general de Seur Logística, desde la organización se está apostando fuertemente por el e-commerce, donde alcanza una cuota de mercado del 30%. El reto del sector en el e-commerce está en “aproximar la entrega al cliente final” existiendo multitud de posibilidades, como los puntos de recogida o las franjas horarias. Por ello, todos los operadores están haciendo un esfuerzo para mejorar los índices de entrega.
La repercusión de los costes de entrega
Para Cavero, “se está utilizando como gancho el asunto de la repercusión de los gastos de envío, el mercado está ajustando el precio a unos niveles que estamos todos asustados”. Muchas empresas, como Alice.es, ofrecen gastos de envío gratis si la compra supera los 120 euros y diferentes precios según el gasto en la compra. En el caso de Blanco los portes de envío son gratuitos si se recoge en la tienda y 3,95 euros si se envía a cualquier otro punto.
Para Javier Pascual existe un “error muy común por el que se piensa que al no haber intermediación en internet normalmente el precio es más barato, pero depende del mercado”. La reducción, en el análisis de los costes de distribución del e-commerce en comparación con el canal tradicional, a un mero aspecto contable por el adelgazamiento de los costes directos, es desvirtuar la comparativa. En opinión de Margarita García de blanco, "se deben de contabilizar la totalidad de los gastos de estructura y su mantenimiento en ambos casos" y en ese supuesto, "no es tan clara la diferencia en costes entre un caso y el otro".