En el momento en que el gobierno de España deja fuera de las ayudas para la descarbonización del transporte a los vehículos diésel, los actuales motores Euro6 son los más eficientes y respetuosos de los construídos nunca antes, y a los de gas, los grandes operadores y retailers apuestan por incorporar a sus flotas camiones a gas para reducir las emisiones derivadas de las operaciones de distribución.
Así, al reciente anuncio de la compra por parte de Amazon de más de 1.000 camiones a GNC, se une el inicio en el mes de junio de 2021 de un piloto de DHL Freight y Shell para probar el uso de BioGNL en tres camiones de transporte de mercancías con los que el operador presta servicio para su cliente Grundfos, especializado en la fabricación de bombas hidráulicas.
En los primeros cinco meses de la prueba, se ha conseguido reducir el equivalente a 87 toneladas de CO2, lo que corresponde a las emisiones de un camión diésel recorriendo más de 89.000 kilómetros y representa un 85% de ahorro de CO2 respecto a este tipo de motorización.
El BioGNL se está utilizando en este caso para el recorrido de los vehículos entre las instalaciones de producción de Bjerringbro, Dinamarca, y Longeville-Les-Saint-Avold, en Francia. Para la producción de este combustible, Shell utiliza residuos agrícolas.
Desde principios de 2022, esta empresa del sector energético ofrecerá una mezcla de BioGNL a toda su red en los Países Bajos y para 2023 planea ofrecer un volumen de 100.000 toneladas anuales de BioGNL producido en una nueva planta de licuefacción de gas en Rheinland, Alemania.
Se prevé que el proyecto para Grundfos se extienda durante aproximadamente un año, ayudando así al cliente a descarbonizar su cadena de suministro, mientras DHL se acerca cada vez más a sus objetivos de sostenibilidad fijados para 2030.
El operador considera que los biocombustibles serán decisivos en la descarbonización del transporte y espera que el hidrógeno se convierta también en una alternativa muy prometedora a largo plazo.
