Desde ahora, Cushman & Wakefield gestionará los inmuebles de Rolls Royce en Asia, el Pacífico e Iberoamérica.
Rolls-Royce ha empezado 2018 con el lanzamiento de un importante plan de reestructuración que implicará a corto plazo una reducción de sus áreas de negocio a tres departamentos encargados de aeronáutica civil, defensa y energía, respectivamente, así como una reagrupación de sus funciones para encontrar mejoras de gestión.
De igual modo, el proceso también implicará cambios en funciones y equipos directivos con el fin de simplificar su estructura y poder competir en mejores condiciones en un mercado globalizado.
En paralelo, la multinacional británica también ha encargado a la inmobiliaria Cushnman & Wakefield la gestión de todos sus inmuebles a nivel mundial.
Cushman & Wakefield y Rolls Royce mantienen una larga relación que se inició en 2012, cuando ambas empresas empezaron a colaborar en los Estados Unidos. Posteriormente, en 2013, el contrato se extendió a Europa y ahora también dará cobertura a las propiedades de Rolls-Royce en la región Asia-Pacífico y en Suramérica.
La gestión de los inmuebles incluye las oficinas de Rolls-Royce, las plantas de producción de sus diferentes líneas de negocio, centros de ensayo, almacenes y otras propiedades inmobiliarias que la compañía tiene en todo el mundo.
Para todos estos activos, Cushman & Wakefield ofrecerá servicios de compraventa, ocupación, consultoría estratégica, arrendamiento y otros servicios financieros para la multinacional británica.