La disrupción viene siendo una constante en el funcionamiento de las cadenas de suministro en los dos últimos años. Además, parece que las crisis se repetirán obligando a las empresas a tomar medidas para ganar agilidad en su capacidad de adaptación y resiliencia para mantenerse en flote incluso en las peores condiciones.
En este contexto, según Gartner, se abren paso cuatro prioridades para construir cadenas de suministro más ágiles y resilientes, adaptadas a un contexto de mayor incertidumbre.
La primera de ellas se centra en impulsar el crecimiento comercial de las empresas desde la cadena de suministro. Para conseguirlo, la gestión logística tiene que centrarse en el cliente, para lo que tendrá que desarrollar capacidades para detectar las necesidades de los consumidores y ofrecer respuestas ágiles.
Por otra parte, Gartner también señala que las cadenas de suministro aumentarán su compromiso social y medioambiental, en línea con la tendencia de cada vez más consumidores que analizan el ciclo de vida completo de los productos para comprar aquellos más sostenibles o más responsables desde un punto de vista social.
En tercer lugar, la compañía también asegura que ha llegado el momento de la gestión a tiempo real en las cadenas de suministro. En concreto, Gartner estima que se van a producir dos fases en esta evolución tecnológica de la gestión logística. En una primera, las empresas pasarán de recoger datos a tiempo real a generar información a tiempo real, mientras que en la segunda se pasará a la toma de decisiones a tiempo real, con personal altamente especializado y con habilidad para sacar el máximo partido a los flujos de información a tiempo real.
Por último, el factor humano es crucial en la gestión de las cadenas de suministro. Por eso, Gartner cree que la logística evolucionará hacia espacios de trabajo flexibles, en los que los robots y los operarios trabajarán codo con codo, mientras que la productividad se medirá en resultados más que en el entorno en que desarrolle la actividad.