Los días 23, 24 y 25 de julio de 2013 inspectores de la Comisión Nacional de la Competencia han llevado a cabo nuevas inspecciones en las sedes de varias empresas fabricantes y distribuidoras de vehículos de motor en España, bajo la sospecha de posibles prácticas anticompetitivas en este sector.
Estas posibles prácticas consisten en acuerdos de fijación, de forma directa o indirecta, de precios y condiciones comerciales y de servicio, continuando las inspecciones realizada los días 4, 5 y 6 de junio en las sedes de varias empresas y asociaciones del sector de la distribución de vehículos de motor en España.
Además, se han investigado también los posibles acuerdos de intercambio de información comercialmente sensible y estratégica en dicho mercado entre empresas fabricantes de vehículos de motor en España, contrarios a la Ley de Defensa de la Competencia.
Las inspecciones suponen un paso preliminar en el proceso de investigación de la supuesta conducta anticompetitiva y no prejuzgan el resultado de la investigación ni la culpabilidad de las empresas inspeccionadas.
En caso de acreditarse algún indicio se procedería a la incoación formal de los expedientes correspondientes, pues tales conductas restrictivas constituirían una infracción del artículo 1 de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia.
Estas conductas se consideran como una infracción muy grave, que podría suponer una multa de hasta el 10% del volumen de negocios total de las empresas infractoras en el ejercicio inmediatamente anterior al de imposición de la multa.