Tomando como punto de partida la experiencia obtenida en otras ciudades europeas, la Asociación Logística Innovadora de Aragón (ALIA) está desarrollando un proyecto de análisis y optimización de la distribución urbana de mercancías en la ciudad de Zaragoza, con el que pretende posicionar a Zaragoza como un referente en materia de distribución urbana de mercancías a nivel nacional y europeo.
El primer objetivo del proyecto es diseñar pruebas piloto que permitan desarrollar acciones que mejoren las condiciones de suministro que soportan los operadores logísticos y empresas distribuidoras con presencia en la ciudad de Zaragoza. El proyecto, actualmente en fase de desarrollo, cuenta con el respaldo del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Los socios del proyecto liderado por ALIA son el Instituto Tecnológico de Aragón (ITA), JPIsla Logística y Zaragoza Logistics Center (ZLC).
El siguiente paso es conseguir en los próximos meses la colaboración de los diferentes agentes implicados en la distribución urbana de mercancías, como son los comerciantes, grandes distribuidores y empresas de transporte.
El proyecto tiene como objetivo favorecer a las empresas a través de la reducción de costes de la distribución de mercancías, reducción del impacto medioambiental de estas operaciones, minimizando las emisiones de CO2 y otros contaminantes, y sobre todo, pretende mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, a través de la reducción de accidentes y la descongestión de las zonas urbanas de reparto.
Estos objetivos han de traducirse en la solución de problemas concretos relacionados con la carga y descarga de mercancías y que ocasiona molestias para los vecinos por los ruidos generados, el estacionamiento irregular de los vehículos o la falta de adecuación de los horarios en estas actividades.
El desarrollo del proyecto se ha estructurado en tres fases diferentes que se ejecutarán en los próximos meses. El primer paso consistirá en la recogida de información y análisis de la situación actual, a través de entrevistas a los agentes implicados, con el objetivo de identificar zonas de conflicto. Posteriormente, se identificarán acciones y se diseñarán las pruebas piloto a implantar en la ciudad. La última fase tendrá como objetivo la implantación y validación de estas pruebas piloto.