El operador tiene previsto comenzar a utilizar combustibles alternativos, como el Gas Natural Licuado.
La naviera CMA-CGM mantiene su compromiso de luchar contra el calentamiento global introduciendo mejoras en el transporte marítimo. Así, en 2016 ha logrado reducir su huella de carbono, en línea con sus objetivos para 2025.
En concreto, sus emisiones de CO2 por cada contenedor transportado han descendido un 4%, aunque su objetivo es llegar a una disminución total del 30% entre 2015 y 2025. También se han reducido un 50% sus emisiones por contenedor por cada kilómetro recorrido entre 2005 y 2015.
Para lograr estos resultados, ha optimizado las operativas, especialmente en el ámbito de las exportaciones, a través de su Centro de Apoyo a la Flota, y ha introducido innovaciones tecnológicas, como los bulbos de proa que mejoran la hidrodinámica de los buques.
Asimismo, ha fletado grandes portacontenedores equipados con las tecnologías más eficientes y ha puesto en marcha un programa 'eco-container' para la construcción de contenedores respetuosos con el medioambiente.
A sus clientes, la naviera les ofrece los servicios premium 'Carbon Footprint' y 'Ecocalculator' para estudiar las emisiones por cada envío. Además, participa en iniciativas como Clean Cargo para fomentar las buenas prácticas en el sector marítimo.
En los próximos años, la naviera seguirá trabajando en este sentido, aunque también comenzará a utilizar combustibles alternativos, como el Gas Natural Licuado, a través de su colaboración con grupos energéticos, como Engie.