La 'Industria 4.0' es el marco de trabajo que impulsa a las empresas a la organización, digitalización y la automatización de procesos y toma de decisiones de negocio con el objetivo de ser más competitivas y mejorar el servicio ofrecido al cliente. Se trata de una gran oportunidad para las empresas industriales de economías desarrolladas, que deberán adaptarse a este nuevo contexto para evitar su posible desaparición en el futuro.
El grado de adecuación a estas tendencias digitales determinará la posición de mercado que ocuparán las compañías en la próxima década.
Según la consultora Neteris, estas serían las principales iniciativas de transformación digital que las empresas deberían adaptar antes del 2020.
Uno de los cambios a tener en cuenta de cara a 2020 se encuentra en los sistemas sensores de anticipación y planificación de la demanda. Actualmente, suele existir escasa colaboración entre los departamentos y se gestionan las proyecciones en herramientas de ofimática, en el futuro se calculará de manera precisa, automatizada y con algoritmos de autocorrección. Se tratará de una gestión de carácter prescriptivo, en la que se recomendarán las acciones a realizar para obtener los resultados y objetivos de negocio esperados.
Las compañías con producciones en serie de gran volúmen deberán contar con unas cadenas de suministro flexibles y ágiles, con capacidad para poder reaccionar a una demanda errática, estacional y volátil sin disminuir las coberturas de servicio. Es preciso que estas empresas ajusten sus procesos operacionales para corregir sus planes de producción y reaprovisionamiento en los próximos cuatro años.
Por otro lado, para 2020 las empresas deberán digitalizar y automatizar los procesos de producción, logística y almacén. Se espera que en cuatro años los almacenes y centros de fabricación sean automáticos gracias a la robótica y las aplicaciones tecnológicas de gestión, por lo que estos procesos serán ejecutados desde cualquier tipo de aplicaciones móviles y monotorizados en tiempo real.
Otro de los puntos recogidos en el artículo es la necesidad de establecer entornos colaborativos entre las empresas. El envío papel o de documentación por email pronto quedará obsoleto, por lo que las empresas deberán enfocarse hacia la 'Cadena de Suministro Universal', un concepto en el que los clientes y proveedores de las diferentes empresas están incorporados en la cadena de valor. Este nuevo modelo de cadena de suministro permitirá una mayor agilidad en el servicio, mantener canales seguros y disminuir las incidencias de gestión.
Finalmente, el 'management' del futuro gestionará por indicadores integrales sus procesos, desplazando a la gestión por los métodos tradicionales. El cuadro de mando integral e inteligente de una compañía monitorizará todos los indicadores clave del negocio y será capaz de establecer con exactitud la relación entre ellos, de forma que la organización pueda actuar de manera ágil ante cualquier cambio en la tendencia.