La Generalitat de Cataluña, a través de la Consejería de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, está trabajando en el diseño de un plan integral de fomento del transporte ferroviario de mercancías para mejorar la conexión de este territorio con el resto del país y con Europa.
De momento, está elaborando un estudio, en colaboración con la Cátedra Transporte y Sociedad, para identificar las posibilidades de utilización de las autopistas ferroviarias para el tráfico comercial.
Además, la nueva visión pasar por seguir avanzando en el trazado del Corredor Mediterráneo, clave para la reactivación económica valenciana, española, y europea, dado su potencial para favorecer la conectividad y su eficacia en el intercambio de mercancías.
Así se ha expresado el consejero de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad de la Generalitat, Arcadi España, durante un webinar sobre esta infraestructura, en el que ha señalado la importancia de impulsar, junto al sector privado, las actuaciones necesarias para fomentar el transporte de mercancías por ferrocarril.
Corredor Mediterráneo
En España, el Corredor Mediterráneo conectará cuatro Comunidades Autónomas que concentran el 50% del PIB español, el 60% de las exportaciones a Europa y el 65% del tráfico marítimo.
Tendrá un efecto expansivo sobre el PIB, pues por cada euro invertido se generarán 3,5 euros de ganancias, y en cuanto al consumo energético, el menor gasto del transporte ferroviario respecto al del transporte por carretera implicará una reducción de 12,5 millones de toneladas de CO2 al año.
Se trata de una infraestructura multimodal que conectará nodos urbanos, puertos, terminales intermodales y plataformas logísticas, que el consejero ha definido como "una especie de circunvalación del Mediterráneo que acercará territorios y acortará tiempos de recorrido para personas y mercancías".
En alusión a los fondos 'Next Generation', dotados con alrededor de 140.000 millones de euros para España, ha aseverado que es una oportunidad que no se puede desaprovechar, y que debe apostarse por los corredores europeos de transporte porque son ejes vertebradores pero al mismo tiempo, garantizan una transición ecológica justa.