Los compradores 'on-line' europeos siguen apostando un año más por el comercio electrónico, una modalidad de compra que consideran menos estresante, y donde pueden encontrar buenas ofertas. Si bien las compras por impulso se han reducido, ahora los compradores están adquiriendo una variedad más amplia de productos.
Según un estudio realizado por DPDgroup, el 77% de los consumidores europeos compran por Internet. Por países, la cifra en Italia se eleva hasta el 83%, en Reino Unido y Bulgaria al 81%, y en Alemania y Países Bajos al 80%, mientras que en el caso de España la cifra es del 70%.
Entre los compradores 'on-line' europeos, el 48% recurre al e-commerce de manera regular, destacando Polonia y Reino Unido, con un 57% y un 55% respectivamente. En cambio, en Francia, con un 41% de compradores regulares, este modelo de consumo está menos consolidado.
Los compradores habituales de e-commerce en Europa tienen entre 18 y 70 años, compran al menos una categoría de productos cada mes y realizan el 87% de las compras 'on-line' en la zona. Además, reciben una media de 5,3 paquetes al mes.
Crecimiento del e-commerce de alimentación
La moda sigue siendo el principal sector de compra, pero en 2022 también ha habido un notable crecimiento de los productos frescos, los sanitarios y los de belleza. Asimismo, continúan aumentando las ventas entre particulares.
En concreto, la moda, los zapatos y los productos de belleza están en el Top 3 de las compras en línea, con un 59%, un 49% y un 48% respectivamente. La sorpresa es que un 35% de compradores ha encargado productos frescos de alimentación, y un 34% ha comprado algún tipo de producto médico.
Por otro lado, la recogida en puntos de paquetería continúa al alza, especialmente en el norte y este de Europa, pero la entrega a domicilio sigue siendo la opción preferida de los consumidores. Además, los estonios son los que más apuestan por la entrega en consignas, con un 82%.
En cuanto a recoger los paquetes en casa de un vecino, se trata de una práctica común entre los compradores holandeses, que también utilizan belgas, británicos y alemanes, pero que no resulta muy popular en Francia, España e Italia.