En los últimos años, la frontera francesa de Biriatou con Irún, por la que diariamente circulan más de 11.000 camiones con destino hacia el resto de Europa, soporta a diario colas kilométricas de camiones en la AP-8 a consecuencia de los exhaustivos controles en carretera de las autoridades francesas.
Esta situación, incompatible según denuncia Fenadismer con el acuerdo Schengen de libre tránsito, ha llevado al Ministerio de Fomento a interceder ante la administración gala y promover un observatorio de seguimiento para obtener datos oficiales sobre las retenciones, a partir de la información de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Vinci, la concesionaria francesa de la autopista, se ha comprometido ya a abrir todas las cabinas de peaje y ha habilitado un tercer carril por sentido entre Biriatou y Biarritz. Sin embargo, nada de esto ha evitado que la Comisión Europea tomase cartas en el asunto, a consecuencia de la denuncia de las asociaciones españolas de transportistas.
En una carta remitida por la comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, al Comité Nacional de Transporte por Carretera, ha asegurado que realizará un seguimiento para controlar las acciones que puedan obstaculizar la libre circulación de mercancías.
Consciente de los daños económicos y sociales que puede causar la congestión a expedidores y transportistas, así como a la economía en general, Bulc se ha comprometido a tomar medidas siempre que esté justificado.
Desde Fenadismer sostienen que las diferentes actuaciones que se están llevando a cabo ya están contribuyendo a mejorar la situación, habiéndose detectado una disminución significativa de las retenciones diarias que venían soportando los camiones.