La Comisión Europea ha dado su aprobación provisional a la fusión prevista entre Cargotec y Konecranes, tras la realización de una profunda investigación y una consulta con otros participantes del mercado en Europa.
No obstante, la decisión está condicionada a la desinversión por parte de Konecranes de su negocio de carretillas elevadoras y por parte de Cargotec, de su división Kalmar Automation Solutions.
El primero está destinado a la fabricación y comercialización de reach stackers, equipos para la manipulación de contenedores llenos y vacíos, y carretillas elevadoras. Cuenta con plantas en Suecia y China, así como contratos para la distribución en diferentes zonas.
En cuanto a Kalmar Automation Solutions, se dedica al negocio de las grúas y carretillas pórtico, y cuenta con una planta de fabricación en Polonia. Tal y como entienden desde Bruselas, las desinversiones eliminarían la superposición de ambas compañías en ciertas áreas, pero permitiéndoles crear un negocio fuerte en ámbito de la gestión de equipos para la manipulación de contenedores.
Para poder completar la fusión, será necesaria la aprobación de las autoridades de competencia, como el departamento de Justicia de los Estados Unidos y la Autoridad de los Mercados y la Competencia de Reino Unido, que deben revisar los términos del acuerdo a partir de sus propios procesos y sistemas de evaluación para determinar los posibles efectos sobre la competencia.
A juzgar por los procesos pendientes, la finalización del proceso de fusión a finales del primer semestre de 2022, tal y como estaba previsto, parece ahora todo un desafío. Hasta que se complete la transacción, ambas empresas continuarán operando de manera independiente.