La nueva terminal de ferries del puerto de Santander supone un punto de inflexión en la mejora de las operaciones de embarque y desembarque.
En concreto, la Autoridad Portuaria estima que esta instalación ha contribuido a impulsar la calidad de los servicios y la optimización de los tiempos de las operaciones, así como a atender mejor las necesidades de carga, especialmente tras la incorporación al servicio del 'Santoña' de Brittany Ferries.
La naviera mantiene una estrecha relación de 45 años con el puerto de Santander y, durante este invierno, serán cuatro rutas semanales las que operará la naviera desde el puerto de Santander.
Dos de ellas tendrán como destino el enclave inglés de Portsmouth y otras dos enlazaraán con la ciudad irlandesa de Rosslare. Los buques encargados en cubrir estas rutas son los más modernos de la flota, propulsados por GNL, que reducen hasta en un 46% las emisiones de CO2 por pasajero en las rutas entre el Reino Unido y España.