Blanco continurá con los 'números rojos' en 2015, con unas pérdidas estimadas de nueve millones de euros, por encima de los aproximadamente siete millones de euros que se anotó en 2014, por lo que, además de despedir a 332 empleados, modificará las condiciones laborales, entre ellas el sistema de comisiones y el horario de personal de las oficinas.
La firma textil propiedad del grupo saudí Alhokair, que cerrará además un total de 12 tiendas, ha planteado también la externalización de algunos departamentos, entre ellos la actividad logística, según han informado fuentes sindicales, que han calificado dicho expediente de "desproporcionado".
Blanco, que cuenta con una plantilla total de 1.250 trabjadores y con 121 establecimientos, ha presentado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por causas económicas y organizativas. Así, del total de los 332 trabajadores que serán despedidos, el 26% de la plantilla, casi la mitad, unos 160 empleados corresponden a personal de tiendas, de los cuales 83 serían los afectados por el cierre de los 12 puntos de venta y 76 de otras tiendas que permanecerán abiertas.
En lo que se refiere a la estructura de la empresa, los sindicatos han precisado que el ERE afectará a 72 empleados en el departamento de producto y a otros 50 en el departamento de logística, planteando el cierre del almacén de Seseña y la posible externalización del almacén de Parla, que supondría la garantía de empleo mediante subrogación de 72 puestos de trabajo.
"Ante este duro planteamiento de la dirección de la empresa, el conjunto de la mesa negociadora ha manifestado su rotundo rechazo de estas medidas, sobre todo cuando se trata de una empresa que fue adquirida hace un año en un proceso concursal con la intención de reflotarla y las intenciones manifestadas por el actual propietario en aquel momento fueron de incrementar la actividad", han señalado desde UGT.
En concreto, la compañía contempla el fin de la actividad y cierre de una docena de tiendas ubicadas en Alicante, Barcelona, Bilbao, Elche, Ibiza, Madrid, Valencia, San Sebastián, Santander y Santiago de Compostela, con el objetivo de "maximizar eficiencias".
"Todo ello permitirá hacer frente a las necesidades y exigencias del mercado en el momento actual, que estaban afectando seriamente a la empresa y comprometiendo su viabilidad en el futuro", se ha subrayado desde la empresa.
Adquirida en pleno concurso
Blanco, que ya aplicó otra regulación de empleo que afectó a 711 trabajadores, presentó concurso de acreedores voluntario en junio de 2013 debido a la gravedad de sus problemas económicos y financieros.
A principios del año pasado, el grupo saudí Alhokair adquirió por más de 40 millones de euros la mayor parte de los activos de la cadena textil española Blanco y se comprometió a mantener y asumir los 1.200 puestos de trabajo.
En el auto se destacaba la importancia de la conservación de los empleos, ya que esos despidos generarían un importante volumen de créditos contra la masa derivados de las indemnizaciones laborales de dichos despidos.