Los países miembros de la Unión Europea continúan implantando medidas proteccionistas que, en mayor o menor medida, afectan al transporte por carretera tanto nacional como internacional. Mientras, desde Europa se sigue criticando la falta de coordinación de los Estados Miembros y las decisiones unilaterales en estos ámbitos.
En el caso de la región austriaca de Tirol, se plantean nuevas restricciones de tráfico en el valle del Inn, que entrarán en vigor en julio de 2018 y afectarán a todos los camiones que superen las 7,5 toneladas, basándose en el tipo de mercancías que transportan.
Se trata del tercer intento de esta zona de plantear una prohibición de este tipo, ya que el Tribunal de Justicia Europeo ha determinado en dos ocasiones anteriores que se plantearon medidas similares, que no respetaba la legislación europea.
La medida se presenta además unos días después de que la Comisión Europea estableciera que estas restricciones no respetan el principio de proporcionalidad y que son una de las opciones menos efectivas para mejorar los estándares de calidad.
Desde la Unión Internacional de Transporte por Carretera IRU, consideran que es una medida inaceptable y desproporcionada que restringe el libre movimiento de mercancías en la Unión Europea y denuncian que la idea de que ciertas mercancías puedan ser transportados por ferrocarril es una ilusión debido a la falta de capacidad, ahora y en 2018.
Igualmente afirman que la decisión de la administración local del Tirol desafía no sólo la opinión de la Comisión Europea y el Tribunal de Justicia Europeo, sino también ciertos principios básicos de los tratados europeos.