Durante la última semana, la huelga que ha convocado la Plataforma en Defensa del Transporte de Mercancías por Carretera ha afectado también a los puertos españoles, que según Anesco, pueden sufrir "graves consecuencias" tanto a nivel económico como de proyección internacional.
Por su parte, el Consejo de Ministros ha aprobado un nuevo Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica, conocido como Perte, enfocado a la industria naval. Mientras, el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, ha visitado en estos días los puertos de Almería, Motril y Melilla para conocer sus proyectos en marcha.
Además, el puerto de Cádiz ha encargado varios estudios para la construcción de la nueva terminal de contenedores, y también en Andalucía, el Gobierno ha dado luz verde a la celebración del contrato de obras para la construcción de una nueva plataforma ro-ro en el Muelle Sur del puerto de Huelva.
[sumario]El Consejo de Ministros ha aprobado esta semana un nuevo Perte enfocado a la industria naval.[/sumario]
Asimismo, conviene apuntar que el puerto de Santander revisará el coste de algunos de sus proyectos portuarios para adaptarse a los vaivenes de los mercados y conseguir que no queden desiertos, mientras el de Bilbao ha actualizado las tarifas de los servicios de practicaje, remolque y amarre.
En cuanto al puerto de Vigo, pretende levantar un nuevo silo de almacenamiento de vehículos, gemelo al ya existente y con idénticas o mejores condiciones, y el de La Coruña completará en verano la liberación de la actividad portuaria en el Muelle Calvo Sotelo.
En otro orden de cosas, CSP Iberian Terminal Valencia ya tiene permiso para ampliar su concesión en el puerto de Valencia, que por cierto, el martes tuvo que permanecer cerrado al tráfico por el fuerte temporal.
[sumario]Maersk aún tiene buques escalando en puertos rusos para entregar los contenedores que habían sido encargados antes de la guerra y recoger los vacíos. [/sumario]
En el plano internacional, continúan las tensiones en la cadena de suministro agravadas por la guerra entre Rusia y Ucrania. Lo único cierto es, precisamente, que aumentará la incertidumbre en el sector del transporte marítimo de contenedores, siendo los volúmenes que se mueven en el Mar Negro los más golpeados, mientras que las sanciones dificultarán el tráfico en el Mar Báltico.
La danesa Maersk aún tiene buques escalando en puertos rusos para entregar los contenedores que habían sido encargados antes de la invasión de Ucrania y recoger alrededor de 50.000, la mayoría vacíos. En su caso, la OMI quiere establecer un corredor marítimo seguro para permitir a los buques y tripulaciones atrapados en el Mar Negro y el Mar de Azov abandonar la zona sin riesgos.
Por otro lado, han vuelto las colas de buques a los puertos chinos tras los últimos brotes de Covid-19, y es probable que los últimos confinamientos que se han decretado en el país afecten a las tasas de carga en las líneas con el Mediterráneo y el norte de Europa. Asimismo, un buque de Evergreen ha quedado encallado en la bahía de Chesapeake, Estados Unidos.