En un contexto un tanto convulso en el sector tecnológico mundial, Amazon parece que apuesta por reforzar sus servicios de entregas ultrarrápidas con plazos inferiores a un día para los envíos en los Estados Unidos.
Según informa la prensa del país, la plataforma estaría impulsando el desarrollo de nuevas plataformas para estos repartos, de tal manera que habría abierto 45 instalaciones de este tipo y se estaría preparando para alcanzar un total de 150 por todo el país en los próximos años.
Estos almacenes son más pequeños, se encuentran ubicados muy próximos a los principales núcleos de población del país, como son los casos más recientes de Los Ángeles, Phoenix o San Francisco, y están dedicados a albergar inventario de los 100.000 artículos más demandados en la plataforma.
De este modo, también se pretende ahorrar costes logísticos, especialmente los asociados a almacenes, al reducir pasos en la cadena e impulsar los servicios de suscripción que tiene la compañía.
Con esta nueva tendencia, Amazon parece dejar de lado su apuesta por las grandes plataformas logísticas típicas del comercio electrónico, una vez que ya tiene bien cubierto el territorio estadounidense y estaría apostando por ganar capilaridad para aprovechar todo su potencial logístico y competir con garantías frente a otros grandes actores del canal on-line norteamericano, como Walmart.