La directora general de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, Acea, Sigrid de Vries, ha realizado varias peticiones a España de cara a su mandato en la Presidencia de la Unión Europea, que empezará el 1 de julio.
Una avalancha de importantes proyectos legislativos caerá sobre los hombros de España en un momento en que EEUU y China están intensificando sus esfuerzos para atraer inversiones de las industrias más ecológicas e innovadoras, incluidas las empresas de automoción europeas.
Los fabricantes de automóviles temen que los obstáculos regulatorios puedan dar al traste con la transformación de cero emisiones del sector. Además, con la industria automoción europea bajo amenaza, Acea pide una presidencia con sentido común y orientada a la competitividad para liberar el potencial de inversión verde de Europa.
La presidencia española debe seguir examinando la iniciativa Euro 7, pues dado que los fabricantes ya han cambiado su enfoque de inversión hacia vehículos de cero emisiones, y el motor de combustión para automóviles y furgonetas se eliminará gradualmente para 2035, es preciso preguntarse hasta qué punto puede marcar una diferencia significativa.
El actual Euro 6 y la electrificación pueden reducir las emisiones de NOx en un 80% para 2035, mientras que Euro 7 solamente supondría una reducción adicional del 2-4% y exigiría demasiados recursos a los fabricantes.
Otro de los temas a los que la directora ha destacado es la propuesta sobre las emisiones de vehículos pesados nuevos, que tendrían que reducir sus emisiones en un 45% para 2030. El problema, más que la tecnología o la disponibilidad de vehículos, es la falta de infraestructura de recarga y repostaje en los Estados miembros.
Además, ha pedido dar prioridad al acuerdo comercial entre la UE y Reino Unido, ya que el actual Acuerdo de Comercio y Cooperación expira a finales de año, momento a partir del cual, todos los bienes exportados tienen que cumplir unas normas de origen y deberán producirse en la UE o en el Reino Unido para optar a un comercio libre de aranceles a partir de 2024.
A mediados de junio, Acea envió una carta a la Comisión Europea pidiendo prorrogar por tres años las actuales normas, ya que, de no hacerlo, los pagos en aduana ascenderían a unos 4.300 millones entre 2024 y 2026, además de afectar a la producción de vehículos eléctricos.